Las fuerzas aéreas turcas bombardearon durante el fin de semana posiciones del grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la región montañosa del norte de Irak.
Las fuerzas aéreas turcas bombardearon durante el fin de semana posiciones del grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la región montañosa del norte de Irak fronteriza con Turquía, después de los últimos ataques que han dejado al menos seis soldados muertos en los últimos días en territorio turco.
La incursión aérea en el vecino Irak se produjo a última hora del viernes, después de que un grupo de unos 25 miembros del PKK atacaran en la mañana del viernes en una emboscada una unidad militar cerca de la aldea fronteriza de Dağlıca, a consecuencia del cual fallecieron dos soldados turcos y otro más resultó herido.
Tras repeler el ataque y causar varias bajas entre los asaltantes del PKK, estos huyeron hacia la frontera. El ejército turco envió entonces helicópteros de combate al lugar para apoyar a la unidad militar atacada y tratar de localizar a los terroristas, pero los aparatos fueron tiroteados con fuego de artillería anti-aérea desde posiciones en las montañas al otro lado de la frontera turca.
«Tras detectar que se había abierto fuego anti-aéreo sobre helicópteros desde varias posiciones a lo largo de la frontera (iraquí), las fuerzas aéreas bombardearon dichas posiciones», informó el ejército turco en un comunicado colgado en su página web oficial. El documento confirmó que al menos 5 miembros del PKK habían muerto durante la emboscada contra una unidad militar en la frontera con Irak, y que los bombardeos posteriores de los cazas turcos contra la artillería anti-aérea duraron una hora y consiguieron destruir todas las unidades. «Las operaciones en la región continúan, y se cree que las pérdidas de los terroristas son mayores», agregó el comunicado oficial.
El ejército turco ha realizado desde diciembre de 2007 y con ayuda de la inteligencia militar estadounidense varios ataques contra posiciones del PKK en el norte de Irak, que utiliza las montañas fronterizas con Turquía como refugio y lugar para asentar sus campamentos durante el invierno. La mayor incursión hasta la fecha en la zona fue la que el ejército turco llevó a cabo en febrero de 2008, en la que varios miles de soldados turcos apoyados por helicópteros de combate y cazas F-16 penetraron en territorio iraquí durante una semana.
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