Un total de 483 miembros de las fuerzas de seguridad turcas y 4.949 militantes del PKK han muerto desde que éste pusiera en julio de 2015 fin a la tregua anunciada dos años antes por Abdullah Öcalan.
Al menos seis militares turcos fallecieron y otros cuatro resultaron heridos a última hora del martes en la provincia turca de Van, al este del país, a causa de una explosión atribuida a un atentado perpetrado por militantes del grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El ataque fue perpetrado en el distrito de Çaldıran cuando el vehículo militar en el que viajaban los soldados circulaba por la autovía principal que conecta el citado distrito con Doğubeyazıt, en la provincia vecina de Ağrı.
Según informaron las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) en un comunicado oficial, los terroristas detonaron varios explosivos colocados en la carretera al paso del vehículo, un método habitualmente utilizado por el PKK para atentar contra las fuerzas de seguridad turcas en la región. Los heridos fueron trasladados a hospitales próximos y la seguridad reforzada en la zona, mientras inmediatamente se puso en marcha una operación militar por tierra y aire para localizar a los autores del atentado.
El mismo día las fuerzas de seguridad turcas mataban a tres miembros armados del PKK en el distrito de Silopi, en la provincia fronteriza de Şırnak (situada en el extremo sureste del país), después de que no se detuvieran en un control de seguridad instalado en la carretera entre Silopi y Cizre y abrieran fuego desde su vehículo. En declaraciones recogidas por la prensa turca, fuentes de seguridad indicaron bajo anonimato –por no estar autorizadas a realizar manifestaciones públicas- que tras el tiroteo se encontraron en el coche armas y abundante munición.
También el martes 26 militantes del PKK se rendían a las fuerzas de seguridad turcas en el distrito de Nusaybin de la vecina provincia de Mardin, también en el sureste de Turquía y fronteriza con Siria, según informaron medios de comunicación del país.
Según los últimos datos proporcionados por el Estado Mayor del ejército turco, un total de 4.949 militantes del PKK han muerto en las operaciones antiterroristas llevadas a cabo dentro y fuera de Turquía desde finales de julio de 2015, cuando la organización armada anunció la ruptura de la tregua declarada en 2013 por su líder histórico, Abdullah Öcalan, que cumple cadena perpetua desde 1999 en la isla prisión de İmralı (en el Mar de Mármara).
De acuerdo a dichas informaciones, 2.583 miembros del PKK fueron abatidos en operaciones en territorio turco entre el 24 de julio de 2015 y el 23 de mayo de 2016, mientras que 109 resultaron heridos; otros 731 militantes del grupo fueron capturados y 214 se rindieron voluntariamente en ese tiempo. En el mismo período, un total de 483 miembros de las fuerzas de seguridad turcas murieron y 2.859 resultaron heridos durante las operaciones antiterroristas contra el PKK.
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