Miles de manifestantes nacionalistas armenios se concentraron en la madrugada del martes en Ereván y asaltaron varios edificios del gobierno, incluyendo el parlamento donde lincharon a su presidente, después de que el primer ministro armenio Nikol Pashinyan firmara un acuerdo de paz propuesto por Rusia y con el apoyo de Turquía que redibuja todo el mapa del Cáucaso Sur y en la práctica supone una capitulación de Armenia ante Azerbaiyán, que recupera sus territorios y reduce la República armenia de Artsaj a un territorio minúsculo más pequeño que el Karabaj histórico.
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