Turquía y Estados Unidos hablan sobre Siria, disienten sobre Israel

El viaje a Turquía del secretario de estado norteamericano John Kerry se ha visto empañado por las declaraciones del primer ministro turco Erdoğan, que comparó el Viena el sionismo con el fascismo.

 

La visita del secretario de estado de EE.UU. John Kerry a Turquía el viernes se vio ensombrecida por las polémicas declaraciones realizadas el día anterior por el primer ministro turco Recep Tayyip Erdoğan desde Viena, donde calificó el sionismo como un “crimen contra la Humanidad”.

Kerry llegó el viernes a Ankara en una visita oficial de dos días de duración que en principio estaba prevista se centrara en la situación y el futuro de Siria, sobre cuyo conflicto ambos países mantienen posturas muy similares, así como en las relaciones bilaterales turco-estadounidenses y la colaboración en la lucha contra el terrorismo.

La primera parada del secretario de estado norteamericano en Ankara fue no obstante en la embajada de Estados Unidos -que sufrió un atentado suicida el 1 de febrero- donde ofició una ceremonia en memoria del guardia de seguridad turco fallecido en la explosión, y en la que concedió a su familia la Estrella de Thomas Jefferson.

En la capital turca Kerry, recién nombrado por la administración Obama como nuevo secretario de estado, se reunió con varias autoridades del país euroasiático incluyendo el presidente turco Abdullah Gül y el primer ministro turco, con quien trató la cuestión Siria y las relaciones bilaterales. El encuentro estuvo sin embargo ensombrecido por las declaraciones hechas por Erdoğan el jueves en el marco de la reunión de la Alianza de Civilizaciones en Viena, donde éste afirmó en un discurso que “Al igual que el sionismo, el antisemitismo y el fascismo, se hace necesario ver la islamofobia como un crimen contra la Humanidad”.

En una reunión mantenida previamente con el ministro de exteriores turco Ahmet Davutoğlu, Kerry se mostró contundente con respecto a las palabras dichas el día anterior por el premier turco comparando el sionismo con el fascismo, diciendo que “no sólo estamos en desacuerdo con ellas, sino que las encontramos inaceptables”.

Las críticas a las palabras de Erdoğan llegaron también desde el secretario general de Naciones Unidas, organización que auspicia la Alianza de Civilizaciones, copresidida por España y Turquía. Un portavoz de Ban Ki-Moon calificó de “hiriente y divisiva” la comparación del primer ministro turco. “Si el comentario sobre el sionismo fue interpretado correctamente (por el traductor), entonces no sólo fue una equivocación sino que contradice todos los principios en los que se basa la Alianza de Civilizaciones”, explicó el portavoz, refiriéndose a ciertas informaciones difundidas por la agencia de noticias semiestatal de Turquía, Anatolia, que corrigió posteriormente el discurso sugiriendo una confusión en el término “sionismo”.

Desde Israel el primer ministro Benjamin Netanyahu arremetió también con dureza contra las palabras de Erdoğan. “Pensaba que este tipo de comentarios oscuros y difamatorios eran cosa del pasado”, dijo en un comunicado emitido por su oficina. Un portavoz del ministerio de exteriores israelí se refirió también a la comparación hecha por el mandatario turco como “palabras huecas que sólo reflejan ignorancia”. “El sionismo es el movimiento nacional del pueblo judío, y negar a cualquier pueblo su derecho a la autodeterminación y a su movimiento nacional, resulta absurdo”, agregó el portavoz, que explicó que las autoridades israelíes habían leído en la prensa turca los comentarios de Erdoğan.

Kerry afirmó en Turquía haber tratado el asunto de las palabras del primer ministro turco “muy directamente” en la reunión mantenida previamente con el canciller Ahmet Davutoğlu, y que haría lo mismo con el propio Erdoğan cuando se viese con él el viernes. También habló de las deterioradas relaciones entre Turquía e Israel y la posibilidad de que los dos grandes aliados de Washington puedan normalizar sus relaciones, algo que según explicó el político estadounidense “obviamente se vuelve complicado” tras lo ocurrido.

“Queremos verlos (a Turquía e Israel) trabajar juntos para poder ir más allá. Creo que eso es posible. Resulta esencial que Turquía e Israel encuentren un modo de dar un paso para reavivar su cooperación histórica”, dijo Kerry durante la comparecencia de prensa conjunta celebrada con su homólogo turco Ahmet Davutoğlu, del que dijo le expresó durante su reunión un “genuino deseo” del gobierno turco de restablecer los lazos con Israel.

Por su parte el ministro de exteriores turco rechazó rotundamente que Ankara hubiese mantenido ninguna actitud “hostil” hacia Israel, en respuesta a preguntas de un periodista estadounidense. “Si debemos hablar acerca de actos hostiles, entonces la actitud de Israel y su brutal matanza de nueve de nuestros ciudadanos civiles en aguas internacionales podría llamarse hostil”, subrayó Davutoğlu, recordando el incidente ocurrido en mayo de 2010 durante el abordaje del barco “Mavi Marmara” que transportaba ayuda humanitaria a Gaza.

Davutoğlu recordó además que Turquía históricamente siempre había estado en contra del antisemitismo y actuado en defensa del pueblo judío, añadiendo que esta actitud continuaría al margen de sus relaciones con el Estado israelí, que según el ministro turco no ha aprovechado las oportunidades que Turquía le ha dado para normalizar las relaciones bilaterales.