Los antidisturbios penetran por la fuerza en el Gezi Park de Taksim

La policía turca tomó el martes el control del emblemático lugar y comenzó a retirar las tiendas del parque, tras una jornada en la que los antidisturbios reprimieron por la fuerza una manifestación en Taksim dejando cientos de heridos.

La policía antidisturbios turca entró a última hora del martes por segunda vez en el día en el emblemático Gezi Park de la Plaza Taksim de Estambul empleando gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los activistas acampados en el lugar, según informó la prensa turca.

El diario turco Zaman publicaba el martes por la noche que los agentes habían comenzado a retirar las tiendas de la acampada que ocupa el parque desde hace dos semanas, después de que la policía turca entrara el martes en la Plaza Taksim por primera vez desde que la desalojara el pasado 1 de junio a instancias del presidente turco, en un intento de rebajar la tensión y mitigar las protestas en torno a este icónico lugar.

El gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu, advirtió a los manifestantes a través de un breve comunicado emitido por televisión que las acciones en la Plaza Taksim continuarían “día y noche” hasta dispersar de la zona a grupos “marginales” que se han estado enfrentando violentamente a la policía y “la plaza esté abierta al público”, al tiempo que pidió a los ciudadanos que se mantuviesen alejados del lugar por su propia seguridad.

La tensión se disparó a las 7:30 (6:30 CET) de la mañana del martes, cuando las fuerzas antidisturbios penetraban por primera vez en 10 días en la Plaza Taksim para intentar remover las pancartas y carteles colocados durante los últimos días por “grupos ilegales” encima y alrededor de la estatua de Atatürk que preside el lugar. Pese a la hora temprana, los enfrentamientos se precipitaron después de que un pequeño grupo de militantes radicales concentrados en la plaza comenzaran a arrojar piedras contra los agentes, que respondieron lanzando abundante material antidisturbios, incluyendo gases lacrimógenos y pelotas de goma.

A las 11:30 la mayoría de las personas acampadas y concentradas en torno al Gezi Park de Taksim intentaron formar una cadena humana entre los grupos radicales y los antidisturbios para evitar que continuaran los incidentes, pero fue dispersada rápidamente por una nueva intervención policial.

En torno a las 13:00 horas la policía volvía a intervenir con gases lacrimógenos y agua presurizada para dispersar una concentración convocada a esa hora en el Gezi Park. La intervención dejó escenas que no se veían desde los primeros días de las protestas en Taksim, con la zona cubierta por una densa humareda de gas lacrimógeno y varias personas heridas por el impacto de material antidisturbios.

Sobre las 14:00 horas y pese a las promesas hechas poco antes por el gobernador de Estambul de que no se intervendría en el Gezi Park, la policía antidisturbios penetraban por primera vez en el lugar icono de las protestas de toda Turquía contra el gobierno del primer ministro Tayyip Erdoğan. Tras unos 10 minutos de confrontación con los activistas del lugar los agentes se retiraban.

Pasadas las 20:00 horas la policía volvía a lanzar gases lacrimógenos y cañones de agua a presión contra miles de manifestantes concentrados desde una hora antes en las inmediaciones de la Plaza Taksim tras propagarse a lo largo del día las noticias sobre la intervención policial, mientras un amplio dispositivo de seguridad rodeaba las calles adyacentes intentando evitar la llegada de personas hasta el lugar.

Algunos minutos después el gobernador de Estambul justificaba la intervención policial diciendo que “grupos marginales” habían atacado a los agentes situados frente al Centro Cultural Atatürk, otro de los iconos emblemáticos de Taksim. Las imágenes de televisión mostraron efectivamente a algunos individuos arrojando cócteles molotov y otros objetos a los efectivos policiales, pese a que la mayoría de los manifestantes se alejaron de ellos.

Pese a que el gobernador habló de que sólo se habían producido heridos leves, un portavoz de la Asociación Médica Turca (TTB) –que desde el inicio de las protestas a finales de mayo se ha encargado de ofrecer datos al margen de las cifras oficiales gobierno sobre las víctimas de las protestas- aseguró al diario turco Hürriyet que se habían producido cientos de heridos, incluyendo decenas por traumatismos craneales por el impacto de botellas de gas lacrimógeno. Al menos cinco de ellos se encontrarían en estado crítico.

Cerca de la media noche del martes los enfrentamientos en las inmediaciones de Taksim –ya tomada totalmente por la policía- continuaban y podían observarse varios incendios en la zona, que aparecía aún rodeada de humo por el lanzamiento masivo de gases lacrimógenos. Varios canales de televisión turcos retransmitieron los acontecimientos en directo con sus reporteros ataviados con máscaras anti-gas. En Ankara se produjeron también multitudinarias protestas que fueron reprimidas igualmente por la policía, y que aún continuaban entrada la madrugada del miércoles con grupos aislados enfrentándose en varias calles de la capital a las fuerzas antidisturbios. Otras ciudades como İzmir fueron también escenario de amplias protestas el martes.

Estos acontecimientos se producen sólo un día después de que el primer ministro Erdoğan advirtiera que su paciencia se estaba acabando tras unas protestas que han cumplido dos semanas y se han extendido por todo el país. En una reunión celebrada el martes con diputados de su partido AKP, Erdoğan volvió a mostrar su “determinación” para llevar a cabo los planes previstos en el Gezi Park y una vez más exigió a los manifestantes que se retiraran del lugar, acusándolos de dañar la imagen de Turquía.

“El Gezi Park no es una zona de ocupación”, dijo el primer ministro turco, que el miércoles tenía previsto reunirse sin embargo con algunos de los grupos que protestan contra la desaparición del parque y la remodelación de la icónica Plaza Taksim.