Las fuerzas de seguridad turcas abaten a 42 miembros del PKK

Un grupo de unos 90 terroristas fueron sorprendidos por las fuerzas de seguridad turcas cuando planeaban un asalto contra una comisaría en la provincia de Hakkari, al sureste del país.

 

Al menos 42 miembros del grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán fueron abatidos por las fuerzas de seguridad turcas en los últimos días, según informaron varios medios de comunicación en Turquía.

El diario turco Hürriyet afirmó el miércoles citando fuentes de la cadena de televisión Kanal D que las fuerzas de seguridad turcas pusieron en marcha una operación en el distrito fronterizo de Şemdinli, ubicado en la conflictiva provincia de Hakkari (en el extremo sureste de Anatolia), después de recibir informes de inteligencia que apuntaban a un posible ataque coordinado por parte de un nutrido grupo de militantes armados del PKK contra una comisaría de policía en la zona.

Según informó el diario, el dispositivo puesto en marcha permitió la localización a tiempo de un grupo de 90 terroristas que se estaban preparando para iniciar un ataque en la zona, que fueron emboscados por las fuerzas turcas. En las operaciones resultantes 42 miembros del PKK resultaron muertos, mientras que otros dos se entregaron voluntariamente a las fuerzas de seguridad y el resto escapó hacia la frontera con el norte de Irak, donde el grupo armado tiene sus bases desde las que realiza incursiones en territorio turco.

Un militar turco resultó muerto en las operaciones, en las que se emplearon además de efectivos en tierra helicópteros de combate para apoyo aéreo, y se encautaron además numerosas granadas, lanza-cohetes, explosivos, equipos de comunicación y sustancias estupefacientes, según informaron diversos medios de comunicación del país.

Turquía ha adoptado en el último año una nueva estrategia para combatir el terrorismo en el este y sureste del país, por la cual sólo se destinan fuerzas profesionales a las zonas conflictivas o a operaciones contra el PKK, en lugar como hasta ahora de soldados de reemplazo que cumplen el servicio militar obligatorio, lo que ha ocasionado a menudo un gran número de bajas entre las fuerzas de seguridad turcas además de fuertes críticas a la estrategia anti-terrorista de las Fuerzas Armadas Turcas (TSK, por sus siglas en turco).

Aún no está claro si estas fuerzas profesionales, por ahora limitadas en número de efectivos, formarán el embrión de un hipotético ejército enteramente profesional, una cuestión que ha salido a debate continuamente durante los últimos años, especialmente cuando los enfrentamientos con el PKK han causado numerosas muertes entre soldados con escaso entrenamiento y poco conocimiento del terreno -principalmente abrupto y montañoso- en que suele operar el PKK.

Por ahora la nueva estrategia, que incluye un creciente papel para las unidades de la policía especializadas en la lucha anti-terrorista en las operaciones contra el PKK, en detrimento del rol hasta ahora predominante del ejército, parece estar dando resultados positivos y ha reducido considerablemente la proporción de bajas entre las fuerzas de seguridad turcas.