La Comisión Europea ha aceptado la solicitud presentada por las autoridades locales para el reconocimiento internacional del famoso postre, a falta sólo de que se presenten las alegaciones finales.
La ciudad turca de Gaziantep, en el sureste del país, está a punto de conseguir el reconocimiento oficial e internacional de su delicioso postre “baklava”, un pastel de hojaldre crujiente relleno de frutos secos que en Gaziantep –o simplemente Antep, como se le conoce localmente- goza de una merecida fama en toda Turquía.
Cuatro años después de que las autoridades de la ciudad presentaran su primera solicitud, la Comisión Europea ya ha concluido sus trabajos de inspección y los últimos pasos hacia el reconocimiento del baklava de Gaziantep, pese a los numerosos e intensos debates con Grecia sobre el origen y la patente no sólo de éste delicioso postre, sino de muchos otros platos y recetas de la gastronomía turca.
La solicitud ha sido ya publicada en el boletín oficial de la Comisión Europea, lo que supone la puesta en marcha del segundo paso en el proceso de reconocimiento de la patente, durante el cual habrá un período de tres meses en el que se podrán hacer alegaciones antes de que Gaziantep tenga un reconocimiento oficial de su exclusivo baklava.
Si en dicho período no se presentan objeciones, el delicioso postre será conocido y reconocido a partir de entonces como “baklava de Antep”, para evitar así la controversia con otros tipos de baklava y recetas similares que se preparan en múltiples regiones, desde los Balcanes hasta la India pasando por Oriente Medio.
La historia de este dulce es tan antigua como la polémica sobre sus orígenes. Se cree que fueron los asirios, en el siglo VII antes de Cristo, los primeros a los que se les ocurrió colocar nueces trituradas y mezcladas con miel entre masas de pan, aunque esta receta distaba mucho de parecerse al actual baklava; a partir de ahí las versiones varían, y hay expertos que creen que fueron los marinos y mercaderes atenienses quienes copiaron y perfeccionaron en sus viajes a Mesopotamia la receta, que posteriormente pasaría a ser un plato bizantino.
Otros estudios sostienen sin embargo que la receta fue inventada por los turcos en Asia Central y llevada posteriormente hasta las tierras de Oriente Medio, Anatolia y los Balcanes durante su migración hacia el Oeste y con la formación del Imperio Otomano, que dominó la región por cinco siglos. Hay teorías incluso que afirman que su origen sería mongol y tendría su cuna en la China del siglo XIV.
Sea cuales sean sus orígenes, el hecho es que Turquía se ha esforzado especialmente en los últimos años por que se reconozcan los platos más típicos y originales de su gastronomía, y el Instituto de Patentes de Turquía (TPE, por sus siglas en turco) ya ha logrado el reconocimiento geográfico de hasta 147 productos locales por parte de las autoridades de la UE.
Persiste la disputa sobre el origen de varios productos de la gastronomía turca especialmente con su vecina Grecia, incluyendo algunos como el lokum (delicias turcas), el döner kebab, el sucuk o el rakı, entre otros.
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