El primer ministro defendió durante una entrevista televisada al paquete de reformas presentado el lunes, rechazando las críticas de no cumplir con las expectativas de los ciudadanos.
El primer ministro turco se refirió el jueves durante una entrevista en la televisión turca a las recientes reformas anunciadas el pasado lunes, rechazando las críticas de aquellos que las han acusado de no haber cumplido con las expectativas y las demandas de los ciudadanos e insistiendo en que habrá nuevos cambios legislativos en el futuro.
Erdoğan se refirió en concreto a las críticas llegadas desde el partido nacionalista kurdo BDP, cuyos dirigentes reaccionaron a los cambios presentados el pasado lunes acusando al primer ministro de no cumplir con las demandas de los kurdos y del PKK, y de proponer un “paquete electoral” antes que un “paquete de reformas”. Erdoğan subrayó el jueves que las reformas no van dirigidas sólo a un grupo o una región, sino a todo el país.
“Se puede crear un colegio privado y aprender lecciones (en kurdo). Puedes estudiar kurdo como una asignatura optativa en un colegio público… Si (el BDP) querían sinceridad, el paso ha sido dado”, dijo Erdoğan respondiendo a las críticas por que la educación en lengua materna –incluyendo la lengua kurda- no haya sido establecida en el sistema educativo estatal.
Refiriéndose a otras cuestiones pendientes como el seminario greco-ortodoxo de Heybeliada, ubicado en la isla de Halki, el primer ministro turco respondió a las críticas por no incluir su esperada reapertura entre las nuevas reformas asegurando que no existe ningún obstáculo legal para hacerlo, pero que Turquía espera un gesto recíproco por parte de la vecina Grecia.
En este sentido, puso como ejemplo el hecho de que las autoridades griegas no permitan a la minoría turca que vive en Tracia Occidental elegir a su propio muftí, tal y como establece el Tratado de Lausana, así como los obstáculos continuos que existen desde hace años para la construcción de una mezquita en Atenas.
“Nosotros no elegimos al Patriarca Ecuménico Greco Ortodoxo Bartolomeo I en Estambul. La comunidad greco-ortodoxa (de Turquía) elige a su propio líder religioso. Así que, ¿por qué debería el gobierno griego decidir quién puede ser el líder religioso de la comunidad turca allí?, se preguntó Erdoğan.
El Patriarcado Greco Ortodoxo lleva tiempo reclamando la devolución de numerosas propiedades expropiadas décadas atrás por el gobierno y muy especialmente el seminario de Halki, fundado en 1844 y que actualmente funciona como un museo. El Patriarca Bartolomeo I ha insistido también en varias ocasiones que su reapertura es vital para garantizar la supervivencia del clero greco-ortodoxo en el país. El seminario fue expropiado en 1971 bajo la ley que colocó todos los centros de formación religiosa de todas las confesiones bajo control del Estado.
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