El arrestado, que manejaba maquinaria pesada en el lugar donde se encontró el cachorro con las patas amputadas, ha negado ser responsable de la terrible muerte del perro, mientras nuevos casos de tortura animal han indignado a Turquía.
El operario de una motoniveladora arrestado bajo la acusación de haber sido el responsable de amputar las patas y la cola a un cachorro de perro, ha negado ser el responsable de la horrible muerte del animal en este caso que ha conmocionado y sembrado la indignación social en Turquía, y que ha reavivado el debate sobre el endurecimiento de las penas por maltrato animal.
El cachorro, de sólo un mes de edad, fue hallado el pasado 13 de junio en una zona boscosa a las afueras de la localidad turca de Sapanca –en la provincia de Sakarya– por varias personas que escucharon sus lamentos. Tras ser hospitalizado en un centro veterinario y trasladado posteriormente a Estambul para ser operado de urgencia, el animal no pudo sobrevivir a sus heridas y terminó falleciendo dos días más tarde.
En medio de la enorme indignación social desatada por la noticia, que fue portada de todos los medios de comunicación, el 17 de junio un tribunal local ordenaba el ingreso en prisión de İlhan M., un operario de maquinaria de obra de 39 años que trabajaba en unas obras en la zona donde se encontró al cachorro, y que fue detenido acusado de ser el responsable de su muerte.
Sin embargo en su testimonio a la policía publicado este jueves por el diario turco Hürriyet, el principal sospechoso negó cualquier responsabilidad en el incidente. “Yo estaba rellenando baches y limpiando la hierba de la calle. Vi tres o cuatro perros, pero no les hice daño. Yo no soy culpable”, dijo el hombre según la versión difundida por el periódico.
La abogada del acusado, Handan Durdu, alegó por su parte que resultaba imposible que un vehículo pesado de obra pudiese cortar las cuatro patas y la cola de un perro pequeño, tal y como asegura la fiscalía. “Creemos que otra gente amputó cruelmente las patas del cachorro”, dijo.
El tribunal de Sapanca que ordenó el ingreso en prisión de İlhan M. basó su decisión en el informe veterinario del doctor Onur Çakmak, que examinó y trató al perro, en el que se aseguraba que las amputaciones se habían producido con maquinaria pesada. Sin embargo varios letrados han cuestionado tanto las conclusiones de este informe como el arresto del operario, que han atribuido a la presión mediática y social sobre las autoridades.
Uno de los que ha criticado el arresto de İlhan M. ha sido precisamente el presidente de la Asociación de Abogados de Sakarya, Zafer Kazan, quien ha denunciado que las autoridades justificaron los cargos contra el acusado clasificando al perro como “con propietarios” por el simple hecho de que dos personas lo habían estado alimentando en la calle.
De esta forma, según Kazan, las autoridades habrían salvado el escollo que presenta la actual legislación, que distingue entre animales callejeros y con propietario y que sólo estipula penas por lo que considera “daños a la propiedad” –en este caso un animal o mascota- y no por el maltrato o la tortura en sí mismos.
Precisamente este terrible caso ha reavivado el debate sobre la reforma de la actual ley, y el gobierno ha asegurado que tras las elecciones del domingo impulsará una nueva propuesta de ley que precisamente elimina la distinción entre animales callejeros y con propietario y prevé penas de hasta 10 años de prisión en casos de tortura o maltrato contra cualquier animal.
Nuevos casos de tortura animal indignan a Turquía
Esta semana dos nuevos casos de maltrato y tortura contra animales volvían a ser noticia en los medios en Turquía, avivando aún más la indignación en las redes sociales del país.
En el distrito de Eyüp de Estambul, un hombre de 50 años era arrestado el miércoles tras haber sido sorprendido violando a un gato de tres meses de edad, que pese a ser intervenido de urgencia no pudo ser salvado por los veterinarios y acabó falleciendo de sus heridas. El acusado, al parecer con problemas mentales, contó al tribunal que había sido alcohólico durante los últimos 40 años y que “no recordaba nada” de lo ocurrido, pese a que su ropa apareció llena de sangre del animal.
Otro terrible caso del que daban cuenta también los medios ocurría igualmente el miércoles en el distrito de Yıldırım de la ciudad de Bursa, al noroeste de Turquía, donde un pequeño gato fue hallado en la calle con sus cuatro patas cortadas. La policía ha puesto en marcha una investigación para atrapar al responsable.
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Como gran aficionado a la historia que es, a Pablo le cautivó Turquía desde el primer día que la visitó en 2006: allí se casó, allí tiene una casa, y desde entonces se ha convertido en todo un experto en la actualidad de Turquía. Con una larga experiencia en medios de comunicación, está al frente de Hispanatolia desde 2011.