El presidente turco expresó durante la reciente cumbre de la OTAN en Chicago su preocupación por Afganistán más allá de la retirada de 2014, al tiempo que subrayó la necesidad de preocuparse por el bienestar del pueblo afgano.
Ankara está cada vez más preocupada por cuál será el futuro de Afganistán una vez se retiren las tropas de la OTAN que llevan estacionadas allí más de una década, y así lo expresó abiertamente el presidente turco Abdullah Gül durante su encuentro con los líderes de la Alianza en la reciente cumbre concluida el lunes en Chicago.
Según las palabras de Gül, que fueron recogidas por el diario turco «Hürriyet», la OTAN apenas estaría realizando preparativos para Afganistán más allá de la fecha de la retirada fijada en 2014, algo especialmente peligroso teniendo en cuenta que el incipiente ejército afgano -el único que podrá entonces hacer frente al avance de los talibanes- depende por completo de la financiación exterior.
«No nos engañemos a nosotros mismos. Hemos gastado muchos esfuerzos y dinero en Afganistán durante toda una década. Si todo se revirtiera de nuevo hacia el viejo orden (de los talibanes) tras la retirada, ¿no sería todo este esfuerzo y dinero en vano», declaró el mandatario turco a sus homólogos de la Alianza durante una cena presidida por el presidente estadounidense Barack Obama en el marco de la reunión de la OTAN en Chicago.
«Ni siquiera depositamos nuestra confianza en el ejército afgano, y ya no hablemos en el pueblo afgano. Echemos un vistazo a las tropas afganas por una parte, y a las tropas de la Alianza por otra. Ellos (los soldados afganos) ni siquiera tienen botas en los pies o cascos para la cabeza… Hemos gastado billones de dólares, pero no se ha puesto asfalto en las carreteras de Kabul, aun siendo una labor que apenas costaría nada», subrayó el presidente turco durante el contundente discurso que pronunció ante los otros representantes de la OTAN.
Gül insistió en la enorme importancia de ganarse el corazón de los afganos y en mantener el compromiso para seguir ayudando al país más allá de la fecha de 2014. También se refirió el líder turco a la tensa situación en el vecino Pakistán, con el que Ankara mantiene estrechos lazos, y advirtió contra el peligro de dejar a su suerte a este país situado en una zona de tan tremenda importancia estratégica, con toda su frontera occidental lindando con Afganistán e Irán, algo que a juicio del presidente de Turquía tendría graves consecuencias para la paz en la región y en todo el mundo.
«No resulta correcto adoptar una actitud excluyente u hostil hacia Pakistán. Estuvisteis a punto de no llamarlos a la cumbre», subrayó Gül, recordando que fue sólo gracias a la mediación de Turquía que el país acabó estando presente en la cumbre de Chicago.
«Hablé con el presidente (de Pakistán) Zardari: me dijo 'ellos (la OTAN) han matado a muchos de nuestros soldados y nuestros ciudadanos, y ni siquiera han ofrecido una simple disculpa'… No olvidemos que ellos (el gobierno paquistaní) son también administradores que llegan al poder a través de elecciones, y que al final han de rendir cuentas a su pueblo», recordó el presidente turco.
Gül añadió además que Turquía renovará con Afganistán el histórico tratado de cooperación y amistad firmado en 1921 entre los dos países, a lo que se sumará un futuro acuerdo de cooperación estratégica añadido a otros que ya existen para la construcción de hospitales y carreteras o el entrenamiento del personal militar y la policía. «Nuestro interés en Afganistán, nuestra presencia allí, y nuestra asistencia, continuarán después de 2014», aseguró.
¿Te ha gustado?