Estambul incrementaba ayer las medidas de seguridad en torno a la Plaza Taksim para prevenir disturbios con motivo de las celebraciones del Primero de Mayo, en medio de las tensiones entre autoridades y sindicatos por el lugar de las celebraciones de este significativo día.
El gobernador de Estambul, Muammer Güler, reiteró el miércoles que no autorizaría la celebración de las manifestaciones con motivo del 1 de Mayo en Taksim, lo que motivó la ira de los principales sindicatos, que insistieron en desafiar la prohibición y anunciaron que acudirían a la emblemática plaza situada al final de la popular y comercial calle Istiklal.
Finalmente el gobernador de Estambul autorizó a los sindicatos a celebrar las manifestaciones en Kadıköy, en la parte asiática de la ciudad, y dió permiso para que un número \»razonable\» de personas se concentrara en la Plaza Taksim -que está situada en la parte europea de la urbe- para conmemorar a las víctimas del \»Primero de Mayo Sangriento\» de 1977, y depositar una corona de flores ante la estatua de Atatürk. Süleyman Çelebi, presidente de la confederación sindical DİSK, pidió a los trabajadores en un comunicado que no respondiesen a provocaciones y que celebrasen la jornada de manera calmada.
El presidente turco Abdullah Gül pidió a las organizaciones sindicales un Primero de Mayo pacífico y dijo que un grupo máximo de 2.000 personas podrían acudir a la Plaza Taksim, un lugar que según subrayó Gül no es el adecuado para que se concentren cientos de miles de personas. Según una reciente encuesta celebrada entre los comerciantes de la zona, más de un 60% estaban claramente en contra de que los sindicatos se congregasen en Taksim por temor a los disturbios que se pudiesen producir.
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