Bursa es la ciudad más contaminada de Turquía, mientras que en vivir en Estambul, Ankara o İzmir equivale a fumar entre 16 y 23 paquetes de tabaco al año, advierte un experto.
Respirar a diario el aire en Estambul produce el mismo daño en la salud que fumar 16 paquetes de cigarrillos al año, y esto no es nada: en las ciudades con mayor contaminación de Turquía puede suponer hasta fumar 38 paquetes de tabaco, según ha revelado un experto.
Y es que aunque los niveles de contaminación en Turquía se han reducido significativamente en los últimos años gracias a la mejora de la legislación y al uso de más energías renovables, Hüseyin Toros, profesor de Ingeniería Meteorológica en la Universidad Técnica de Estambul (İTÜ), advierte que en ciudades como Estambul, Ankara, İzmir o Bursa el aire aún está muy contaminado.
Tras medir los niveles de polución en las principales ciudades de Turquía, Toros afirma que para quienes viven en Estambul, respirar el aire de la ciudad más grande del país durante todo un año equivale a fumar 16 paquetes de cigarrillos; sin embargo es Bursa, un importante centro industrial del noroeste de Turquía, la que se lleva la palma: aquí la calidad del aire es tan mala que respirarlo supone fumar 38 paquetes de tabaco al año.
De hecho los niveles de partículas en suspensión PM2,5 arrojan un panorama nada halagüeño para las mayores ciudades de Turquía. Toros, que ha estudiado los niveles de polución en 2018 y los ha comparado con los daños del tabaco, señala que el valor medio de las PM2,5 en Turquía es de 22 microgramos por metro cúbico, equivalente a fumar un cigarrillo al día. «En Ankara, respirar el aire equivale a fumar 17 cajetillas de tabaco, y en İzmir es de 23″, asegura.
30.000 personas mueren cada año en Turquía por la contaminación
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que afirma que los riesgos para la salud comienzan a partir de los 10 microgramos, calcula que unos 7 millones de personas mueren cada año por enfermedades relacionadas con la contaminación, una cifra que en Turquía ronda las 30.000 muertes al año.
La densidad de la población y del tráfico también son factores que contribuyen a la contaminación, según recuerda Toros. «En Estambul hay más de 4 millones de vehículos, la mayoría de los cuales usan combustibles fósiles. El combustible usado para calentar las viviendas también contamina» añade el experto, quien recomienda sustituir el carbón por el gas y construir áreas residenciales teniendo en cuenta la dirección de los vientos.
Como gran aficionado a la historia que es, a Pablo le cautivó Turquía desde el primer día que la visitó en 2006: allí se casó, allí tiene una casa, y desde entonces se ha convertido en todo un experto en la actualidad de Turquía. Con una larga experiencia en medios de comunicación, está al frente de Hispanatolia desde 2011.