El ministro de exteriores de Hungría Peter Szijjarto criticó la estupidez de Suecia por permitir a un provocador como Paludan, bajo el pretexto de la “libertad de expresión”, quemar un Corán frente a la embajada turca en Estocolmo, consiguiendo así enemistarse con Turquía. “Como cristiano y católico, quemar un libro sagrado de otra religión es inaceptable”, dijo Szijjarto durante la visita de su homólogo turco Mevlüt Çavuşoğlu. Hungría y Turquía son los dos únicos miembros de la OTAN que aún no han ratificado la adhesión de Finlandia y Suecia.
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