Varios analistas coinciden en señalar que la organización terrorista podría estar ocultando un plan de rearme tras un proceso de retirada de Turquía que algunos estiman no llega al 10%.
El recién elegido líder del brazo militar del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Cemal Bayık, afirmó que el grupo armado –incluido en la lista de organizaciones terroristas internacionales de Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros países- está listo para desatar una guerra en Turquía al tiempo que advirtió que el reciente proceso de paz puesto en marcha a finales de 2012 está a punto de fracasar.
En una entrevista mantenida con el servicio en turco de la cadena británica BBC, Bayık declaró que el alto al fuego entre el gobierno turco y la organización terrorista quedará roto si Ankara no toma pasos para satisfacer sus demandas antes del 1 de septiembre.
“Sabemos que el AKP (partido gobernante en Turquía) se está preparando para una gran guerra… No hay nada en realidad parecido a un paquete (de reformas) para la negociación (entre el PKK y el gobierno turco), el gobierno sólo se está preparando para las próximas elecciones”, manifestó Bayık durante la entrevista, acusando al ejecutivo del primer ministro Recep Tayyip Erdoğan de no actuar con transparencia en el proceso.
Las palabras del líder militar del PKK se suman al ultimátum publicado el lunes por la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK), considerada la rama urbana del PKK, hecho público a través de la agencia de noticias Fırat –afín al grupo armado- y en el que volvía a exigir reformas democratizadoras y encaminadas a resolver el conflicto kurdo por parte de Ankara.
“Si el gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) no da un paso en los próximos días y lleva el proceso de negociación (con el PKK) a un punto muerto, estamos listos para situarnos en posición de guerra de nuevo”, advertía en declaraciones a la agencia Delal Amed, miembro de las Fuerzas de Defensa del Pueblo (HPG).
El PKK no está cumpliendo sus promesas, según los analistas
En declaraciones hechas al diario turco Zaman por el profesor Sedat Laçiner, rector de la Universidad 18 de Marzo de Çanakkale, éste afirmó que estas y otras declaraciones por parte de responsables y facciones del PKK muestran que la organización armada está adoptando una posición poco fiable, lanzando mensajes contradictorios sobre las negociaciones de paz y no cumpliendo sus promesas.
“Intentan ser un actor legítimo (político) al mismo tiempo que emplean armas y llevan a cabo actividades terroristas”, dijo el profesor, para quien pese a que el líder histórico del PKK, Abdullah Öcalan, había prometido un proceso de retirada y desarme, los preparativos y los ataques han continuado y existen varias facciones dentro del PKK que están presionando para retomar la vía armada y los atentados.
Laçiner de hecho afirmó que militantes de la organización terrorista han seguido llevando a cabo algunas acciones como secuestros o incidentes violentos en los últimos meses, ante los cuales las fuerzas de seguridad turcas han preferido no actuar con contundencia para no perjudicar el proceso de paz.
Recientemente Gültekin Avcı, columnista del diario turco Bugün, escribía sendas columnas sobre esta cuestión de las que muchos medios se han hecho eco y en las que citaba fuentes propias que había consultado en la conflictiva provincia fronteriza de Şırnak, ubicada al sureste de Turquía y frecuente escenario de acciones del PKK, afirmando que el grupo armado se estaba preparando desde hacía tiempo para desatar una guerra civil en Turquía.
“No pretendo arruinar el proceso de paz, pero estos son hechos ciertos, no suposiciones. Si vas a la región del sureste, puedes preguntar a cualquier persona, son conscientes de los preparativos”, declaraba esta semana Avcı al diario Zaman.
Según el columnista, las recientes declaraciones del primer ministro Erdoğan en las que criticaba al PKK por no haber cumplido sus promesas y haber retirado a sólo un 20% de sus efectivos de territorio turco, son incluso demasiado optimistas, y los habitantes del sureste de Turquía creen que en total el PKK no ha retirado ni al 10% de sus militantes de Turquía.
Para Avcı esto indica un “plan B” del grupo armado, y afirma que si el proceso de negociaciones fracasa las fuerzas de seguridad turcas vivirán tiempos difíciles en la lucha contra el terrorismo en el sureste de Turquía, ya que al proceso de rearme oculto que parece estar teniendo lugar en la región hay que sumar que muchos militantes del PKK ya no se encuentran ocultos entre las montañas, sino entre la población civil de la zona.
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