Un equipo de arqueólogos turcos ha desenterrado una estatua romana de 1.800 años de antigüedad en la antigua ciudad grecorromana de Metropolis, situada junto al pueblo de Yeniköy, entre la ciudad de İzmir y las ruinas de Éfeso, al oeste de Turquía. Ocupada desde el Neolítico, Metropolis alcanzó su apogeo cultural y económico tras la muerte de Alejandro Magno, en el período helenístico; citada por Estrabón y Ptolomeo, tenía un raro templo dedicado al dios Ares y era famosa por su producción de vino. Siguió siendo una ciudad importante bajo el Imperio Romano, y aún es mencionada por historiadores bizantinos.
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