San Nicolás, quien dio origen a la leyenda de Papa Noel, murió en el siglo IV en la ciudad de Myra (actual Demre, Antalya), pero sus restos fueron trasladados a Bari (Italia) tras la conquista turca de Anatolia.
Nevzat Çevik, profesor del departamento de arqueología de la Universidad Akdeniz de Antalya, ha pedido al Vaticano que devuelva los restos de San Nicolás -el santo que dio origen a la leyenda actual de Papa Noel- a Turquía, de donde fueron robados hace casi mil años tras las conquista de Anatolia por los turcos.
En una entrevista con la agencia de noticias Anatolia, Çevik recordó que los huesos de San Nicolás fueron sustraídos «a la fuerza» en el año 1087 y trasladados a una iglesia en la provincia italiana de Bari, en contra de la voluntad del propio difunto.
«Esto no tiene nada que ver con el turismo. Devolver sus huesos a su tumba en Demre (una ciudad al sur de Turquía) es un deseo humano», explicó Çevik, para quien no hay duda de que a San Nicolás le hubiera gustado que sus restos mortales descansasen en la tierra donde vivió y junto a su iglesia, no en Italia sino en Turquía.
«San Nicolás es también importante en el mundo musulmán, pese a que (su vida) pertenece a un período previo a la llegada del Islam. Él intentaba propagar la cristiandad, que era una religión enviada también por Dios», dijo el profesor, que recordó además que la iglesia de San Nicolás en Demre ha sido un importante lugar de peregrinación durante 1.500 años.
San Nicolás de Myra (como se le conoce en Oriente) o San Nicolás de Bari -como se le llama en Occidente- fue un famoso obispo que vivió en el siglo IV de nuestra era. Nacido en Patara, una próspera ciudad mercantil en la región de Anatolia antiguamente conocida como Licia, sus padres murieron siendo él muy joven y Nicolás repartió toda su fortuna entre los pobres y se fue a vivir con su tío a la cercana ciudad de Myra (actualmente llamada Demre, en la provincia mediterránea de Antalya).
Elegido obispo, fue invitado por el emperador Constantino a participar en el famoso Concilio de Nicea (actual İznik, al noroeste de Anatolia). Se dice que para convencer a la gente de que se convirtiera al cristianismo empleaba una dulzura exquisita, pero su fama entre el pueblo se la ganó defendiendo a los más débiles frente a los poderosos. San Nicolás murió el 6 de diciembre del año 345 en Myra (Demre), donde fue enterrado, pero tras la conquista turca de Anatolia los restos de San Nicolás fueron trasladados a la ciudad italiana de Bari, donde permanecen en la actualidad. El gobierno turco ha construido en Demre un museo sobre San Nicolás que atrae cada año a miles de turistas.
Además de su importancia histórica, San Nicolás es el origen de la leyenda de Papa Noel, que se cree fue formándose a finales de la Edad Media. La historia de devoción a San Nicolas de Bari se mezcló con el mito nórdico de Joulupukki, nacido en Laponia, al norte de la actual Finlandia. Este mito habla de un niño llamado Nikolas, que al igual que su homónimo turco se queda huérfano el día de Navidad y es cuidado por el resto de habitantes del pueblo. En agradecimiento, el joven Nikolas tallaba juguetes de madera que repartía entre las familias que le acogían, y ya adulto dedicó toda su vida a repartir juguetes entre los niños.
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