La situación de los pantanos en Turquía continúa en niveles críticos a causa de la grave sequía que sufre el país, y que amenaza el suministro de agua en las grandes ciudades. En Estambul, la mayor metrópolis de Turquía con 16 millones de habitantes y una de las más grandes de Europa, tras un invierno sin nieve y un verano especialmente seco, las reservas de agua continúan bajando y apenas superan ya el 18% de media; la situación es preocupante en reservas como la presa de Büyükçekmece.
Antaño uno de los lagos más grandes de la provincia de Estambul y que actualmente está a solo el 3,76% de su capacidad, convertido en un páramo seco, lo que ha llevado a las autoridades a suspender el suministro de agua a la ciudad desde este lago. A nivel general, todas las reservas de agua en el lado europeo de Estambul están por debajo del 10%.
En Kahramanmaraş, la provincia epicentro de los devastadores terremotos que sufrió Turquía el pasado febrero, a la desolación causada por los seísmos se une una sequía que ha secado pantanos como el de Ayvalı, situado a pocos km al este de la capital y que además de agua potable proporciona regadíos a casi 1700 hectáreas de cultivo; esta reserva de agua apenas alcanza hoy día el 10% de su capacidad, y zonas que antes estaban sumergidas bajo decenas de metros de agua, hoy día aparecen como un lecho seco o, en el mejor de los casos, fangoso.
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Como gran aficionado a la historia que es, a Pablo le cautivó Turquía desde el primer día que la visitó en 2006: allí se casó, allí tiene una casa, y desde entonces se ha convertido en todo un experto en la actualidad de Turquía. Con una larga experiencia en medios de comunicación, está al frente de Hispanatolia desde 2011.