El gobierno turco se reúne con intelectuales y periodistas para su »iniciativa kurda»

Académicos, periodistas e intelectuales trataron la llamada «cuestión kurda» y sus posibles soluciones en un grupo de trabajo convocados por el ministro de Interior turco.

Académicos, periodistas e intelectuales trataron este fin de semana la llamada «cuestión kurda» y sus posibles soluciones en un grupo de trabajo organizado en la Academia de Policía en Ankara y convocados por el ministro de Interior turco, Beşir Atalay, encargado de coordinar la llamada también «iniciativa kurda» puesta en marcha por el gobierno del AKP para buscar una solución global y definitiva a un problema que desde hace décadas supone un lastre para el progreso a todos los niveles de Turquía, especialmente en lo que se refiere al terrorismo del PKK en el sureste del país.

El grupo de trabajo, titulado «La Solución a la Cuestión Kurda: Hacia el Modelo Turco», se reunió el sábado con la asistencia de 15 personas entre escritores de diversos periódicos del país y académicos. El ministro Atalay destacó la disposición del gobierno a escuchar cualquier propuesta sobre el tema: «Turquía debería liberarse de estos grilletes. Si puede resolver este problema, Turquía se liberará de estos grilletes», subrayó el ministro, quien tal y como anunció el gobierno del que forma parte quiere una solución puramente turca adaptada a la propia historia y características del país, sin copiar ni imponer modelos de otros lugares pero sin excluir de mano ninguna posibilidad.

La jornada se dividió en dos sesiones, una primera centra en las necesidades del proceso y una segunda dirigida a determinar qué debería incluir un teoríco paquete de medidas democratizadoras que ayudasen a resolver el problema en el sureste. Mientras que en la primera parte los participantes debatieron sobre aspectos como el papel del parlamento, los partidos políticos, la importancia de la opinión pública, las reacciones en el exterior y los posibles riesgos de la iniciativa, en la segunda se debatieron ideas muy diversas pero los asistentes subrayaron la importancia de transmitir a la opinión pública turca que las medidas democratizadoras no estaban sólo destinadas a resolver la «cuestión kurda», sino en general a ayudar en el desarrollo de Turquía.

También se destacó la necesidad de un desarme, de otorgar un papel decisivo al parlamento sobre la cuestión, y de evitar generar «víctimas» en el proceso que pudieran dar lugar a reacciones de los partidos nacionalistas turcos. Precisamente hubo varias críticas en el encuentro a la postura del Partido del Movimiento Nacional (MHP, tercera fuerza en el parlamento turco), quien se ha mostrado desde el principio reaccio a cualquier debate sobre la cuestión alegando que se quiere dividir al país con cuestiones étnicas.

Se espera que, según anunciaron sus propios abogados, el líder histórico del PKK Abdullah Öcalan (que en la actualidad cumple cadena perpétua) anuncie el próximo 15 de agosto su propia propuesta para acabar en este caso con el conflicto armado que mantienen el PKK (ya muy mermado en seguidores y recursos) y las fuerzas armadas turcas. Si bien el gobierno ya ha dicho que no tendrá en cuenta nada de lo que diga Öcalan, algunos de los asistentes a la reunión con el ministro Atalay aconsejaron al ejecutivo turco no hacer oídos sordos a las propuestas del líder de la organización terrorista.

Cengiz Çandar, columnista del conocido rotativo turco «Radikal» y uno de los asistentes a la reunión del sábado, comentaba este domingo en su columna que aunque le había llevado muchos años a Turquía poder llamar al problema un «problema kurdo», ahora Turquía estaba preparada para resolverlo. «Hemos llegado a la «iniciativa kurda» desde la «cuestión kurda». Si la iniciativa kurda tiene éxito, entonces comenzaremos a dirigirnos hacia una solución», escribió.