Agentes de policía que custodiaban la entrada al aeropuerto efectuaron disparos al aire después de que dos ciudadanos sirios, que se encontraban bajo los efectos del alcohol, se saltaran el control de seguridad.
Agentes de la policía turca realizaron varios disparos al aire en la noche del sábado al domingo en el aeropuerto internacional Atatürk de Estambul, después de que dos sospechosos a bordo de una motocicleta se saltaran un puesto de control a la entrada del recinto, según confirmaron el domingo las autoridades turcas.
Según las informaciones publicadas en medios turcos, el suceso se produjo a las 00:30 hora local (22:30 CET) cuando los dos individuos se negaron a atender las indicaciones para que se detuvieran ante los oficiales que vigilaban los accesos al aeropuerto, por lo que los agentes efectuaron varios disparos al aire; uno de los sospechosos se rindió inmediatamente tras los disparos de advertencia, mientras que el otro se dio a la fuga y fue capturado dos horas más tarde por las fuerzas de seguridad turcas.
El incidente obligó a cerrar temporalmente los accesos al principal aeropuerto de Estambul mientras la policía decretaba la alerta e impedía la entrada o salida del recinto a cualquier vehículo. Posteriormente el gobernador de Estambul, Vasip Şahin, anunciaba la reapertura del aeropuerto mientras la aerolínea nacional turca Turkish Airlines emitía un comunicado confirmando que todos los vuelos operaban según lo previsto y que el aeropuerto funcionaba ya con plena normalidad.
La policía localizó posteriormente entre las pertenencias de los dos sospechosos un cuchillo y un desfibrilador, que por precaución fue detonado de manera controlada por equipos de artificieros. Los dos individuos, que al parecer se encontraban bajo los efectos del alcohol, fueron identificados como Muhammed H. y Mecnun K., ambos de origen sirio y sin vínculos con el terrorismo, si bien éste último tenía antecedentes criminales por cinco delitos relacionados con el robo.
Algunos medios locales informaron inicialmente que uno de los detenidos portaba un arma, un extremo que fue desmentido por el gobernador Şahin, que confirmó que ninguno de ellos portaba armas o explosivos y que los únicos disparos habían sido los realizados por la policía a modo de advertencia tras saltarse el control.
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