Crece la tensión entre Turquía y la UE a raíz de las protestas contra el gobierno

Una delegación del Parlamento Europeo decidió cancelar un viaje previsto a Turquía, mientras la UE estaría estudiando posponer la apertura de un nuevo capítulo de las negociaciones de adhesión.

En lo que parece un nuevo episodio del creciente distanciamiento entre Ankara y Bruselas por la forma en que el gobierno turco ha lidiado con las protestas iniciadas hace tres semanas en el Gezi Park de Estambul, una delegación del Parlamento Europeo (PE) canceló un viaje previsto a Turquía mientras que el ministro de justicia turco Sadullah Ergin anuló un viaje programado a Bruselas para el martes.

Ergin tenía previsto viajar a Bruselas para participar en una conferencia sobre la libertad de expresión y los medios de comunicación en Turquía y los Balcanes, así como en reuniones del PE y la Comisión Europea. Así mismo una delegación compuesta por 13 eurodiputados que forman parte del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, pospuso “sine die” su viaje previsto para esta semana a Turquía alegando diferencias con las autoridades turcas, relacionadas con la reacción de Ankara ante las protestas que se han sucedido en torno al Gezi Park y las críticas de la eurocámara a la violencia policial.

“Ante las declaraciones hechas por representantes del gobierno de Turquía, el Comité ha decidido posponer su visita. Lamento esto, Turquía es y sigue siendo un importante socio para la UE, pero debería comprender cómo tratar las críticas. Buscaremos contactos con nuestros homólogos turcos para restablecer un diálogo constructivo con ellos”, declaraba el lunes en un comunicado el presidente de la delegación, el alemán Elmar Brok.

La delegación del PE tenía previsto reunirse en Ankara y en Diyarbakır para debatir las reformas judiciales en Turquía introducidas como parte de las negociaciones de paz entre el gobierno turco y el PKK para poner fin al conflicto kurdo. La eurodiputada y relatora especial para Turquía, Ria Oomen-Ruijten, afirmó en un comunicado que la cancelación de la visita se producía por los acontecimientos que se han vivido en el país euroasiático en los últimos días.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía indicaron que la petición de cancelación del viaje llegó por parte de la delegación de eurodiputados, restando importancia al hecho;  sin embargo la anulación de la visita se habría producido después de que representantes del gobierno turco hubieran rechazado reunirse con la delegación, según informaron medios turcos.

Tras la cancelación, los eurodiputados Elmar Brok y el español José Ignacio Salafranca pidieron reunirse el martes con el ministro turco para la UE, Egemen Bağış, pero la reunión fue finalmente tampoco se produjo.

La creciente tensión entre Bruselas y el ejecutivo del AKP, que ha rechazado una reciente resolución del Parlamento Europeo criticando el exceso de fuerza utilizado por la policía turca para reprimir las protestas, amenaza con perjudicar los ya de por sí débiles avances de las negociaciones de adhesión de Turquía y podrían suponer la cancelación de la próxima reunión del Comité Parlamentario Conjunto Turquía-UE, que en principio está programado para el 27-28 de junio y a la que varios diputados del partido gobernante AKP habrían manifestado su rechazo a asistir, según informó la prensa turca.

Al mismo tiempo y pese a que hasta la fecha ningún país ha querido vincular los sucesos en Turquía con una posible suspensión de las negociaciones de adhesión, la UE podría tomar en los próximos días una decisión en este sentido. Pese a que se había anunciado la apertura de un nuevo capítulo de los 35 que componen las negociaciones antes del fin de la presidencia semestral de Irlanda –que concluirá el próximo 1 de julio-, Alemania estaría tratando de convencer a otros estados miembros de aplazar la apertura del capítulo en respuesta a la forma en que el gobierno turco ha actuado contra los participantes en las protestas de las últimas semanas, según indicaron fuentes diplomáticas turcas a la prensa.

Para ello, y con el fin de evitar nuevas tensiones con Ankara, se alegarían dificultades técnicas sin hacerse referencia a los sucesos en Taksim. El diario turco Hürriyet publicaba el martes que el gobierno turco ya estaría estudiando tomar represalias en caso de que la UE decida posponer la reunión para la apertura de un nuevo capítulo de las negociaciones de adhesión.