Ayunar durante el mes sagrado musulmán del Ramadán implica, en estas fechas, permanecer sin comer ni beber durante más de 15 horas al día. Es algo difícil para cualquier persona, pero aún más para los mineros que trabajan a cientos de metros bajo tierra en minas como las de la provincia turca de Zonguldak; aquí, los mineros se reúnen poco antes del ocaso para el «sahur», el almuerzo antes del amanecer, y rezan para poder ayunar el resto del día. «Nos gustaría hacer el sahur con nuestras familias, pero tenemos que trabajar para vivir. La mina es dura, pero no tenemos otra cosa», cuenta un minero que lleva 20 años trabajando en la mina.
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