Las graves lluvias torrenciales que han sacudido estos días el noroeste de Turquía han provocado súbitas inundaciones y han sembrado el caos en toda la región.
Las graves lluvias torrenciales que han sacudido estos días el noroeste de Turquía han provocado súbitas inundaciones y han sembrado el caos en toda la región. Según los responsables de servicios de emergencia, por ahora habría al menos 9 personas muertas confirmadas y muchas más desaparecidas, aunque esta cifra podría aumentar en las próximas horas conforme los equipos de rescate lleguen a las zonas más afectadas por las crecidas.
Los fuertes aguaceros que se iniciaron el lunes en la región del Mármara se intensificaron ayer lunes, provocando la rotura de puentes, el cierre de carreteras y el desbordamiento de ríos y canales. El tráfico se vió especialmente afectado, y en ciudades como Estambul -donde el tráfico ya suele ser difícil en horas punta- se vivieron momentos de caos. Decenas de coches fueron arrastrados además por las aguas en el distrito de Silivri, a las afueras de la metrópolis turca. Dos de las principales arterias de comunicación de la ciudad -la autopista TEM y la E 5- fueron cerradas temporalmente al tráfico debido a las inundaciones. Según el gobernador de la provincia de Estambul, Muammer Güler, al menos una persona falleció el martes mientras que un niño se encuentra desaparecido.
La provincia de Tekirdağ (al oeste de Estambul, en la Tracia turca) es la que más se ha visto afectada por las inundaciones. Allí una familia entera fue arrastrada por las aguas y los cuerpos de la madre y sus tres hijos fueron encontrados más tarde por los servicios de emergencia, mientras que el padre continúa desaparecido. No es el único caso, sin embargo: ayer otra pareja de ancianos fue encontrada muerta, y las autoridades de la zona hablan de daños en decenas de casas y de varias cabezas de ganado arrastradas por las aguas. Dos puentes han quedado también destruidos a causa de la fuerza de las aguas.
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