Unas 7.000 personas podrían haber sido sometidas a escuchas telefónicas desde 2011 por miembros de la fiscalía y la policía turcas como parte de una trama tras la cual podría estar el movimiento religioso Gülen.
Miles de personas, entre ellas numerosos altos cargos del gobierno turco incluyendo el primer ministro turco Erdoğan y su familia, además de periodistas, empresarios, académicos y representantes de ONGs, fueron espiados y sus conversaciones telefónicas grabadas durante años.
Así lo asegura la información publicada el lunes por los diarios turcos Star y Yeni Şafak, en la que se asegura que la policía turca pinchó los teléfonos de miles de personas durante varias investigaciones abiertas a lo largo de los últimos años. Según Yeni Şafak al menos 3.064 personas habrían sido grabadas según los primeros indicios; sin embargo el periódico Star eleva la cifra total de espiados a unas 7.000 personas.
Los documentos secretos que contenían los registros de dichas grabaciones habrían sido descubiertos recientemente en la Oficina de la Fiscalía de Estambul por los nuevos fiscales asignados después de que el gobierno turco destituyera a decenas de ellos, acusándolos de tramar un «golpe judicial» contra el gobierno y de estar al servicio del grupo religioso dirigido por Fethullah Gülen, conocido en Turquía como la «Cemaat» («Comunidad»).
Al parecer las escuchas masivas se iniciaron en 2011 después de que un fiscal especial pusiese en marcha una investigación contra cinco personas entre las que se incluía el primer ministro Recep Tayyip Erdoğan. El espionaje acabó extendiéndose al círculo más cercano a Erdoğan, incluyendo su asesor político, su consejero de prensa y al entonces vice secretario del gobierno Efkan Ala, nombrado a finales del pasado diciembre ministro del interior tras la remodelación del gabinete que siguió a las acusaciones por corrupción contra el gobierno. Otro alto cargo incluido en la lista para ser espiado era Hakan Fidan, jefe de la Organización Nacional de Inteligencia (MİT), los servicios secretos turcos.
El círculo de personas sometidas a escuchas fue ampliándose gradualmente especialmente a raíz de las protestas por el Gezi Park del pasado verano y de las investigaciones por corrupción iniciadas por la fiscalía el 17 de diciembre contra varios empresarios, funcionarios y miembros del gobierno del AKP, según informó la prensa turca. Las escuchas se justificaron aduciendo que las personas espiadas formaban parte de una supuesta organización terrorista bautizada como «Selam» (Una expresión que en turco significa «Hola»).
Entre otros espiados posteriormente se encontrarían el ministro turco de energía Taner Yıldız, el vice secretario general del AKP Numan Kurtulmuş, la co-presidenta del recién creado Partido Democrático del Pueblo (HDP) Sabahat Tuncel, el diputado por Tunceli del Partido Republicano del Pueblo (CHP) Hüseyin Aygün, el director ejecutivo de Turkish Airlines Temel Kotil, el presidente de la ONG turca İHH Bülent Yıldırım, el académico y escritor Hüseyin Yayman, y numerosos periodistas de diversos medios y tendencias como Can Dündar, Ertuğrul Özkök, Ali Bayramoğlu, Hakan Çelik, Nihal Bengisu Karaca o İsmail Küçükkaya.
Esta noticia sale a la luz después de que el propio primer ministro Tayyip Erdoğan haya asegurando recientemente que tenía informaciones de que un gran número de personas, incluyendo él mismo y su familia, pero también el Presidente de la República Abdullah Gül o el presidente del parlamento Cemil Çiçek, habían sido sometidos a escuchas organizadas por una «organización ilegal infiltrada en el (aparato del) Estado», en una posible alusión al movimiento religioso dirigido por Gülen, que posee miembros en numerosas ramas de la administración, la policía y la judicatura turcas.
En sus primeras declaraciones tras conocer las informaciones, el ministro de energía Taner Yıldız -uno de los objetivos de las escuchas- subrayó que estas nuevas revelaciones ponen de manifiesto la gravedad de la situación a la que se enfrenta el gobierno, que ha sido acusado de llevar a cabo «purgas» entre la policía y los miembros del poder judicial por destituir en los últimos meses a cientos de miembros vinculados a la «Cemaat».
«Según aquellas personas que lo llevaron a cabo, nosotros (el gobierno) somos la estructura paralela (al Estado), y ellos son el verdadero Estado, el Estado vigilante», dijo Yıldız a los periodistas. «Esto no es sólo un problema del AKP. Los objetivos (de las escuchas) incluyen a académicos y periodistas. Si también les escuchan a ustedes con la acusación de ser miembros de la organización terrorista 'Selam', eso es irrisorio», añadió el ministro.
Puede accederse a la lista completa de las personas cuyas conversaciones telefónicas fueron grabadas, incluyendo sus nombres, apellidos y números de teléfono (ocultados parcialmente), en el siguiente enlace:
http://yenisafak.com.tr/derin-kulak-pensilvalya.aspx
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