Los secuestradores, partidarios del ex dictador libio Muammar Gadafi, liberaron a todos los ocupantes del avión y posteriormente se rindieron a la policía de Malta, donde solicitaron asilo político.
Los 111 pasajeros y los 7 tripulantes del avión de la aerolínea nacional libia que fue secuestrado el viernes y obligado a aterrizar en Malta se rindieron a las fuerzas de seguridad y fueron detenidos tras varias horas de intensas negociaciones con los secuestradores, según informó a través de su cuenta en Twitter el primer ministro de la isla, Joseph Muscat.
El avión, un Airbus A320 propiedad de la aerolínea libia Afriqiyah Airways que cubría una ruta nacional con 118 personas a bordo, fue obligado a aterrizar en Malta después de que dos hombres que portaban sendas granadas de mano amenazaran con volar la aeronave si no se atendían sus peticiones.
Tras aterrizar en la isla, los secuestradores inicialmente aceptaron liberar a las mujeres y los niños tras casi dos horas de negociaciones; posteriormente los 44 pasajeros que quedaban fueron también puestos en libertad, dejando a los dos secuestradores únicamente con los miembros de la tripulación.
“Los secuestradores se han rendido, han sido registrados y puestos bajo custodia policial”, escribió el primer ministro maltés en su cuenta oficial en Twitter, indicando que el avión cubría la ruta entre Sahba y Trípoli.
Informaciones posteriores de la propia aerolínea citadas por agencias indicaron que ambos secuestradores, partidarios de las tesis políticas del ex dictador Gadafi, habrían solicitado asilo político en Malta, donde los vuelos en el aeropuerto internacional de la isla se reanudaron poco después y a última hora del viernes operaban con normalidad.
Más de cinco años después del final de su guerra civil, Libia continúa inmersa en un profundo caos político y de seguridad, que en 2014 desembocó en lo que se conoce como la segunda guerra civil libia que dejó al país dividido en dos gobiernos paralelos: uno con sede en Tobruk –junto a la frontera egipcia- apoyado internacionalmente, y otro con sede en Trípoli.
El 17 de diciembre de 2015 se firmó un acuerdo de paz para formar un gobierno de unidad nacional que establecía una presidencia colegiada de nueve miembros y un Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés) que 17 miembros, hasta la celebración de nuevas elecciones en el país en un plazo de dos a tres años.
En otro importante paso, a principios de diciembre y tras siete meses de duros combates, las fuerzas gubernamentales lograron la rendición de los últimos militantes del Daesh que resistían en la ciudad libia de Sirte, que desde su captura por el grupo terrorista en 2015 era la principal ciudad en manos del autoproclamado Estado Islámico fuera de Siria e Irak.
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