La embajada turca en Bagdad resultó dañada durante la ola de atentados que asoló este miércoles la capital iraquí, en la que murieron al menos 95 personas.
La embajada turca en Bagdad resultó dañada ayer miércoles durante la ola de atentados que asoló este miércoles la capital iraquí, en la que murieron al menos 95 personas y más de 530 resultaron heridas poniendo en duda la capacidad de las fuerzas iraquíes para combatir por sí solas el terrorismo tras la retirada de las tropas estadounidenses de los centros urbanos del país.
El edificio de la representación diplomática turca sufrió daños durante una fuerte explosión que tenía por objetivo el Ministerio de Finanzas Iraquí. La potencia de la deflagración fue tal que hizo añicos las ventañas de la embajada turca, además de daños materiales en otras partes del edificio, según informó el embajador turco en Bagdad Derya Kanbay, que añadió que no hubo daños personales.
Las explosiones del miércoles en Bagdad han constituido uno de los escasos ataques coordinados contra unos objetivos fuertemente custodiados, situados en la fortificada Zona Verde de la capital iraquí, donde se encuentran los edificios gubernamentales y las embajadas. Estos nuevos atentados podrían socavar la confianza en la capacidad del ejecutivo iraquí de garantizar la seguridad, sobre la que el primer ministro Nuri al Maliki ha basado en buena parte su reputación.
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