La Secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton criticó la resolución del comité de exteriores de la Cámara de Representantes que pide que se califique como «genocidio» la muerte de armenios.
La Secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton criticó la resolución del comité de exteriores de la Cámara de Representantes que pide que se califique como «genocidio» la muerte de armenios en 1915 durante los años finales del Imperio Otomano; una iniciativa que calificó de «inapropiada» y que según Clinton podría perjudicar seriamente el proceso de reconciliación entre Turquía y Armenia.
Clinton mostró su profundo desacuerdo con la iniciativa -aprobada por 23 votos a favor y 22 en contra- en declaraciones hechas a la prensa norteamericana el jueves tras conocer la noticia, una postura que transmitió a todas las partes implicadas en la aprobación de la resolución. Preguntada por un periodista acerca de porqué el Presidente Obama había apoyado la campaña del lobby armenio estadounidense para que se calificasen los sucesos de 1915 como «genocidio» antes de su llegada a la Casa Blanca, la Secretaria de Estado (equivalente a ministra de exteriores en el gobierno estadounidense) dijo que las circunstancias habían cambiado considerablemente desde entonces.
«Cuando el presidente Obama asumió el gobierno y yo me convertí en Secretaria de Estado, decidimos que el proceso llevado a cabo por Suiza para acercar a los gobiernos turco y armenio era muy importante y que debíamos apoyarlo, y así lo hemos hecho. Estuve personalmente en Zurich cuando los protocolos para la normalización de relaciones entre los dos países fueron firmados. Creemos que es la forma adecuada de gestionar los problemas que han obstaculizado la normalización entre los dos países», comentó Clinton a la prensa.
«En los protocolos, había un principio de acuerdo para la creación de una comisión histórica que analizase los sucesos del pasado. No creo que se asunto de ningún otro país determinar cómo dos países deben resolver los problemas entre ellos, hasta el punto de que las acciones que los Estados Unidas puedan tomar podrían desbaratar este proceso… Por eso, tanto el presidente Obama como yo hemos dejado claro, el año pasado y nuevamente este año, que no creemos que cualquier acción por parte del Congreso (de los Estados Unidos) sea apropiada, y nos oponemos a ella. No creemos que el pleno del Congreso deba pronunciarse sobre esa resolución», agregó la Secretaria de Estado norteamericana.
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