En su testimonio ante el tribunal de Estambul que juzga su caso, Abdulkadir Masharipov no mostró arrepentimiento por su acción, que afirma pretendió ser un ataque suicida y un acto de venganza contra los cristianos.
Abdulkadir Masharipov, el terrorista del Daesh que perpetró una masacre en la madrugada de Año Nuevo en el Club Reina de Estambul matando a 39 personas e hiriendo a otras 65, habría pedido a la justicia turca que le aplique la pena de muerte, que fue abolida definitivamente en Turquía en 2004 –aunque no se aplicaba desde 1984- pero que sectores políticos y sociales del país han pedido que se reinstaure tras el fallido golpe de Estado de julio y los últimos atentados.
“Sería bueno si me aplicaran la pena capital”, habría dicho Masharipov, oriundo de Uzbekistán, durante su testimonio ante la Corte Criminal Nº 11 de Estambul, según informó el lunes el diario conservador turco Sabah; éste además indicó que el terrorista habría afirmado que el del Club Reina fue el primer ataque organizado por el Daesh en el que participó. El acusado también contó a la fiscalía que posee un título universitario y es profesor.
“Quería perpetrar un ataque contra los cristianos para reclamar venganza contra ellos por las acciones que han cometido en todo el mundo. Mi objetivo era matar cristianos. Abu Yihad, que está en Siria, me dijo que llevara a cabo el ataque en Taksim, diciendo que ‘los cristianos se están reuniendo en Taksim’ “, habría relatado Masharipov, confirmando que no pudo llevar a cabo su acción en la famosa plaza de Estambul debido a las fuertes medidas de seguridad, por lo que tuvo que cambiar su objetivo en el último momento.
“Había agentes de policía por todas partes. Cambié de opinión. Llamé a Abu Yihad y me dijo que no podía llevar a cabo el ataque allí. Entonces fui a ojear el (club) Reina. Abu Yihad me envió la dirección y las fotos del Reina. Constantemente le enviaba mensajes. No le vi en persona. Fui delante del Reina y no vi agentes de policía o seguridad”, explicó el militante del Daesh, que fue apresado en una vivienda del distrito estambulita de Esenyurt el pasado 16 de enero, y quien no obstante afirmó ante el tribunal que su objetivo no era perjudicar a Turquía.
Masharipov también habría confirmado su testimonio inicial de que su intención era perpetrar un ataque suicida y morir aquella misma noche, para así no “ser capturado”. “Cuando me quedé sin balas, arrojé dos granadas aturdidoras. Puse la tercera junto a mi cara para suicidarme, pero no morí. Yo sobreviví, pero entré en el Reina para morir”, dijo el terrorista, que pese a todo no ha mostrado ningún arrepentimiento por sus acciones e insistió en que éstas fueron un acto de “venganza”.
Por su parte el diario turco Habertürk informaba el domingo que Masharipov llegó a grabar un video de despedida antes de cometer los ataques del 1 de enero; en la grabación, realizada el 27 de diciembre, el militante del Daesh aparece diciendo que va a cometer un atentado suicida y además aconseja a su hijo –de pocos años de edad- que él mismo se convierta también un terrorista suicida. La policía turca está tratando ahora de determinar si el video fue grabado por la esposa del terrorista, Zarina Nurullayeva, que hasta ahora ha mantenido que desconocía las intenciones de su marido o sus vínculos con el autoproclamado Estado Islámico.
¿Te ha gustado?