El primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, fue citado el miércoles en el Financial Times afirmando que quiere a cabar con la prohibición que pesa sobre el uso del pañuelo islámico en las universidades de Turquía, como parte de una reforma constitucional buscada por su partido AKP.
Las declaraciones de Erdogan, cuyo Partido AK de raíces islamistas ganó un mandato de cinco años en las elecciones de julio, podrían reavivar las tensiones con la poderosa élite laica de Turquía, que incluye a generales del Ejército, que sospechan que quiere reforzar el papel de la religión.
«El derecho a una educación superior no puede verse restringido por lo que lleva una niña. No existe ese problema en las sociedades occidentales, pero hay un problema en Turquía, y creo que el primer deber de los políticos es resolver el problema», dijo al FT en una entrevista en Ankara.
Los partidarios del laicismo consideran el pañuelo una amenaza simbólica a la separación del Estado y religión en Turquía.
También temen que cualquier levantamiento de la prohibición suponga una presión para que las mujeres que no van cubiertas empiecen a llevar el pañuelo en un país mayoritariamente musulmán.
Sin embargo, el Partido AK dice que es una cuestión de libertad de expresión y subraya que la prenda no fue prohibida en los campus de las universidades hasta 1982, tras un golpe militar.
El Gobierno de Erdogan se ha comprometido a reemplazar la constitución turca, redactada durante la época militar, por una nueva carta que ponga el acento en los derechos y libertades individuales y esté más en línea con las condiciones de la Unión Europea, en la que Ankara aspira a entrar.
«Queremos una constitución que va a proporcionar y proteger un Estado de Derecho democrático, laico y social», dijo Erdogan al FT. «Esta constitución va a apuntar a Turquía en una cierta dirección y es nuestro deber debatirla y consultarla con el pueblo en el sentido más amplio posible», declaró.
El Partido AK está debatiendo actualmente un borrador elaborado por un equipo de expertos legales, pero medios turcos dicen que aún está dividido sobre cómo tratar el tema del pañuelo en la constitución. Mientras el ejército de Turquía, que se considera como el último garante del orden laico, sigue de cerca estos debates, al igual que unos nerviosos mercados financieros.
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