La campaña electoral estará centrada en dos preocupaciones vitales para el país: la crisis económica, y el programa nuclear de Irán.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu anunció a última hora del martes la convocatoria de elecciones anticipadas en el estado judío después de romper la coalición de gobierno conservadora que le mantenía en el poder por desacuerdos sobre los presupuestos del Estado.
En una comparecencia ante la televisión, Netanyahu explicó que las divisiones acerca de las cuentas para el próximo año y concretamente sobre algunos recortes necesarios para afrontar la crisis económica parecían insalvables en el seno de la coalición de cinco partidos que preside, y por tanto «es mi obligación como primer ministro poner los intereses nacionales por encima de todo». Estaba previsto que las próximas elecciones legislativas en Israel se celebrasen en octubre de 2013.
No está claro cuándo serán esos comicios anticipados, pero el propio mandatario israelí subrayó que debían ser «lo más pronto posible» y sugirió que podrían celebrarse en el plazo de tres o cuatro meses.
Las encuestas parecen favorecer a su partido derechista Likud de cara a la convocatoria electoral, con una campaña que forzosamente estará centrada en los dos principales temas que preocupan a los israelíes en estos momentos: la economía nacional, cuyas dificultades ha generado protestas en las calles nunca vistas en el país, y el programa nuclear iraní y la posibilidad de que Irán adquiera la bomba atómica.
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