El presidente turco se somete a una nueva operación

Gül, de 62 años de edad, lleva años sufriendo una infección recurrente de oído que le ha obligado en varias ocasiones a modificar su agenda política y limitar sus viajes en avión.

El presidente turco Abdullah Gül se sometió el pasado fin de semana a una nueva operación de oído de la que se ha recuperado satisfactoriamente en el hospital, según informó el miércoles la oficina presidencial en un comunicado.

“El Señor Presidente se sometió a una operación para el tratamiento de su enfermedad en el oído durante el fin de semana y pasó una noche en el hospital. El Señor Presidente se encuentra en buen estado y continúa su trabajo en la Mansión Tarabya de Estambul”, rezaba la nota oficial.

Gül, de 62 años de edad, lleva años sufriendo una infección recurrente de oído que le ha obligado en varias ocasiones a modificar su agenda política. El pasado mes de agosto el presidente turco tuvo que poner fin a una visita a Kazajistán y regresar a Turquía para ser sometido a tratamiento después de sufrir un doloroso incremento de la presión en ambos oídos, tras lo cual fue operado y tuvo que permanecer en reposo durante dos semanas.

La afección le obligó a cancelar todos sus viajes durante septiembre y octubre de 2012 y sus médicos le recomendaron limitar sus viajes en avión. No fue hasta el pasado mes de febrero de este año cuando el presidente turco realizó su primer viaje al extranjero, con motivo de una cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica que se celebró en la capital egipcia, El Cairo.

En 2006, durante su etapa como ministro de exteriores bajo el gobierno del AKP, Gül ya se sometió a una primera operación de oído en la Academia Militar de Medicina Gülhane (GATA) de Ankara, tras la cual se le aconsejó reducir sus viajes en avión. Desde entonces ha tenido que cancelar varias visitas oficiales al extranjero, incluyendo Israel, Irak, Irán, Rusia, Italia, Palestina y Kazajistán. En 2008 tuvo  así mismo que posponer un viaje a la ciudad turca de Diyarbakır durante la celebración de la festividad musulmana del Sacrificio, después de que los médicos le dijeran que no debería volar.