El mundo debe seguir apoyando los cambios en el mundo árabe, afirma el presidente turco

Abdullah Gül insistió durante un discurso pronunciado en Nueva York que los cambios traídos por la “Primavera Árabe” requerirán su tiempo, pese a reconocer que el proceso está lleno de dificultades.

El mundo no debe dejar de apoyar la transición hacia la democracia en Oriente Medio traída por la denominada “Primavera Árabe” pese a que el proceso esté lleno de dificultades, afirmó esta semana el presidente turco Abdullah Gül en unas declaraciones hechas en Nueva York, donde asiste a la Asamblea General de Naciones Unidas.

“El hecho de que la transición en la región se haya enquistado en dificultades no debería nublar nuestro juicio”, afirmó Gül durante un discurso pronunciado en el Council on Foreign Relations de Nueva York el miércoles. “Debemos ponernos del lado de esta transformación. El frágil proceso en la región, incluyendo Túnez, Libia y Egipto, debe ser defendido”.

Pese a reconocer que las preocupaciones que existen sobre el proceso no son “irrelevantes”, el mandatario turco insistió en que “deberíamos recordar que lleva su tiempo para todos los sistemas políticos recién emergidos transformarse en democracias maduras. Aun así, merecen nuestro apoyo decidido”, insistió Gül.

“Cuando el pueblo árabe tomó las calles contra sus regímenes, extendimos un fuerte apoyo internacional a su causa. Sin embargo, a medida que las transformaciones en la región se fueron desarrollando, surgieron de nuevo miedos obsoletos sobre la naturaleza e ideología de los nuevos actores políticos emergentes (en Oriente Medio)”, dijo el presidente turco, volviendo a insistir no obstante en la necesidad de dar tiempo a “la consolidación de la democracia y la fundación de una cultura democrática” en la región.

“Los gobiernos llegan al poder a través de elecciones, pero se mantienen sólo por medio del consentimiento del pueblo. La clave para permanecer en el poder es la legitimidad popular… Así, los gobiernos son responsables ante los votantes, quienes tienen el derecho de castigar a sus líderes y apartar gobiernos del poder por medio de las elecciones”.

“La ideología de cualquier gobierno importa, pero no hasta el punto de contradecir a la razón popular. Cuando la ideología de los poderes políticos choca con el sentido común del pueblo, el ganador es siempre este último… Luchar contra estas transformaciones no resultará en un Oriente Medio genuinamente estable y seguro”, recalcó Gül.

“Sacrificar la libertad y la democracia para asegurar la previsibilidad y la estabilidad sólo trae mayores peligros. Cuando la gente pierde la fe en la política convencional y la democracia, lo que sigue a continuación es el extremismo y la radicalización”, enfatizó el presidente turco.

“La democracia, el imperio de la ley, y las libertades fundamentales, son la garantía más fuerte para una estabilidad a largo plazo. Es sólo a través de los procesos democráticos que la libre voluntad del pueblo será respetada, y la previsibilidad y la legitimidad (de los gobiernos en Oriente Medio) serán establecidas”.