Un fiscal turco ha pedido penas de prisión de cadena perpetua para nueve de los sospechosos de haber cometido la masacre de Mardin.
Un fiscal turco ha pedido penas de prisión de cadena perpetua para nueve de los sospechosos de haber cometido la masacre de Mardin, en la que un grupo de hombres enmascarados irrumpió en una ceremonia nupcial el pasado mes de mayo en una aldea de la provincia suroriental de Mardin, matando a 44 personas, 7 de ellas niños.
En el sumario del caso, presentado ante la Fiscalía de Mardin, el fiscal pide que los nueve acusados sean condenados en el juicio que está a punto de celebrarse a cadena perpétua sin posibilidad de obtener libertad condicional, bajo cargos de haber cometido 44 asesinatos premeditados. Además, se piden hasta otros 200 años más de prisión en total por las diez personas que resultaron heridas en la llamada «masacre de Mardin», que conmocionó a todo el país y puso en evidencia la existencia entre los clanes kurdos del sureste del país de viejas costumbres tribales y vínculos de sangre que a menudo llevan a rencillas personales.
Varios de los autores eran, además, miembros de la llamada «guardia rural», una milicia paramilitar formada por campesinos kurdos armados para defenderse de la presencia del PKK y ayudar a las fuerzas de seguridad turcas en las zonas rurales, lo que puso a este cuerpo -que en numerosas ocasiones ha sido acusado de cometer violaciones de derechos humanos- en el ojo del huracán, llegando a rumorearse su posible disolución.
Para otro de los acusados que no fue autor de los disparos pero al que se le encontraron varias granadas de mano durante la investigación posterior al suceso, el fiscal pide 17 años de prisión, según afirmaron los medios de comunicación turcos. Además hay otro sospechoso, menor de edad, que será juzgado aparte. La masacre, cuyo juicio se iniciará próximamente en Mardin, estuvo motivada al parecer por antiguas rencillas familiares entre diversos clanes de la zona.
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