Öcalan podría anunciar esta misma semana el inicio del proceso de retirada, que podría estar completada en otoño.
El copresidente de la formación nacionalista kurda Partido de la Paz y la Democracia (BDP), Selahattin Demirtaş, afirmó el lunes que será difícil que los militantes del grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) –considerado una organización terrorista por Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos- puedan entregar sus armas antes de retirarse de territorio turco, tal y como ha exigido el gobierno de Ankara por boca del primer ministro Erdoğan.
“El primer ministro Erdoğan dice que el desarme debe tener lugar (antes de la retirada), pero incluso él mismo sabe que es técnicamente imposible. Dice ‘dejad las armas en una cueva o enterrarlas, haced lo que queráis’… pero ¿quién regulará esto?”, señaló Demirtaş en unas declaraciones realizadas desde Berlín, en las que insistió en que la clave pasa por una retirada pacífica de los miembros del PKK sin entrar en contacto con las fuerzas de seguridad turcas, y en que la cuestión de la entrega de las armas no debe convertirse en un obstáculo al proceso de paz.
«Si esta (retirada de Turquía) comienza en los próximos diez días, entonces creo que para el otoño veremos completada la mayor parte de la retirada», afirmó Demirtaş.
La cuestión de la forma en que los militantes del grupo terrorista abandonarán Turquía hacia sus campamentos en las montañas del norte de Irak ha sido un tema espinoso casi desde que el líder histórico del PKK, Abdullah Öcalan, hiciera el pasado 21 de marzo un llamamiento histórico a favor de poner fin a la lucha armada, que el PKK inició en 1984 en un conflicto que ha dejado tras de sí unos 40.000 muertos.
El líder de la organización armada en el norte de Irak, Murat Karayılan, ya expresó recientemente sus dudas sobre la posibilidad de poner en práctica un desarme previo, añadiendo que será incluso difícil convencer a muchos de los militantes de que renuncien a las armas. En la mente de muchos miembros del grupo está además aún presente la desastrosa retirada en 1999 durante otro proceso de negociación entre Ankara y el PKK, que se saldó con cientos de muertos –principalmente del PKK- en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad turcas.
Estas y otras dudas sobre el proceso serían precisamente las que Karayılan habría transmitido en una carta a Abdullah Öcalan entregada a una delegación del BDP que vistió el norte de Irak, y que a su vez llevó una misiva para Karayılan de Öcalan, que desde 1999 cumple cadena perpetua en la isla prisión de İmralı, en el Mar de Mármara.
El domingo otra delegación compuesta por la diputada del BDP Pervin Buldan y el diputado Sırrı Süreyya Önder visitaban por cuarta vez a Öcalan en la cárcel para entregarle la respuesta de Karayılan. En una conferencia de prensa posterior, los parlamentarios anunciaron que Öcalan haría público en los próximos días los detalles de la retirada del PKK: las últimas informaciones apuntan a que la orden de retirada podría producirse el miércoles y que el proceso podría comenzar a partir del jueves 18, después de que Öcalan dijera a la delegación del BDP que se había logrado un acuerdo sobre la cuestión durante las negociaciones con la Organización Nacional de Inteligencia (MİT), los servicios de inteligencia turcos.
Según publicó por otro lado el diario turco Zaman, Öcalan habría relatado a la delegación del BDP cómo se producirá el proceso de retirada, según el cual los terroristas entregarían sus armas a los últimos grupos que abandonen territorio turco. La retirada de los 2.000 miembros del PKK que se estima hay en Turquía se produciría de forma pacífica y evitando tanto las poblaciones, como las instalaciones militares o de la policía y la gendarmería en el sureste del país.
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