CRECE LA AMENAZA TALIBÁN EN EL NOROESTE DE PAKISTÁN

Grupos de talibanes paquistaníes decapitaron a dos funcionarios del gobierno en el antiguo valle turístico de Swat, al noroeste de Pakistán, en una medida de represalia por la muerte de dos comandantes insurgentes a manos del ejército pakistaní, que prosigue su lucha por lograr contener la penetración talibán en esta zona situada a sólo cien kilómetros de la capital del país, Islamabad.

Las incursiones y atentados de los talibanes paquistaníes ha causado alarma en Estados Unidos, ya que Pakistán es un aliado clave para su guerra contra el terrorismo islámico y contra la insurgencia talibán en el vecino Afganistán. Además Pakistán armas nucleares y ha mantenido varios conflictos bélicos en la última década, lo que podría ser un factor desestabilizador añadido. El gobierno pakistaní alcanzó un acuerdo el pasado mes de febrero con el objetivo de poner fin a la violencia talibán en el noroeste de Pakistán que incluía la introducción en la zona de la \»sharia\» o ley islámica; pero los extremistas se han negado a abandonar las armas y continúan penetrando en varias regiones del país.

Según el Departamento de Estado norteamericano, el número de muertos en atentados en Pakistán durante 2008 aumentó más de un 70% respecto a 2007. La violencia extremista se ha hecho casi un hecho cotidiano en Pakistán trayendo a la memoria el caso de Irak, y ha causado numerosas muertes incluida la de la ex primera ministra Benazir Bhutto, que falleció en un atentado suicida en octubre de 2007.