El resultado del referéndum en Suiza ha despertado las alarmas en todo el mundo musulmán y también en la UE, donde existen dudas «sobre los derechos fundamentales de los individuos».
El resultado del referéndum en Suiza ha despertado las alarmas en todo el mundo musulmán y también en el seno de la UE, donde existen dudas «sobre si los derechos fundamentales de los individuos, protegidos por tratados internacionales, deberían ser sujetos a votación popular».
La prohibición de construir nuevos minaretes aprobada en la votación del domingo está relacionada con temas como la libertad de expresión y de religión, así como con la prohibición de discriminación que garantiza la Convención Europea de Derechos Humanos, por lo que la nueva ley suiza podría ser recurrida ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
La presidencia sueca de la UE mostró también su preocupación por lo que consideró una «señal negativa» que atenta contra la libertad religiosa. Por su parte el Vaticano se hizo eco de las críticas de los obispos suizos, y se mostró contrario a la iniciativa suiza diciendo que no se puede impedir la libertad religiosa de las minorías.
El propio gobierno suizo ha mostrado su honda preocupación por el asunto, y el ministro de Justicia señaló que el resultado del referéndum podría afectar a las exportaciones y al turismo en Suiza, que teme que la prohibición de construir minaretes deteriore sus relaciones comerciales y diplomáticas con el mundo musulmán, donde este lunes se multiplicaron las denuncias de intolerancia.
El mufti de Egipto calificó el resultado de «insulto» a los musulmanes, mientras que grupos religiosos paquistaníes consideraron como «islamofobia extrema» la prohibición de construir minaretes en Suiza. Por su parte el secretario general de la Organización para la Conferencia Islámica mostró su «decepción y preocupación» por el resultado de un referéndum «que afecta la imagen de Suiza como país que respeta la diversidad, la libertad de culto y los derechos humanos».
El Consejo Superior de Ulemas de Marruecos condenó también en un comunicado la decisión de los suizos, considerándola una manifestación de «extremismo y exclusión». «Esta postura es contraria a la imagen civilizada que los musulmanes tienen de Suiza», dijo en un comunicado.
Reacciones en España
El ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, expresó su «respeto» por la decisión de Suiza aunque aseguró que él hubiera votado «no» en la consulta.
«Yo respeto las posiciones de otros países y mucho más cuando han votado los ciudadanos, y por tanto no hay posición del gobierno español sobre esta materia. Si me pide la mía, le diré que yo hubiera votado que «no» en ese referéndum. Hubiera votado en contra de la prohibición de los minaretes», afirmó Rubalcaba, quien no creyó probable que esta prohibición de los minaretes se extienda a otros países de la UE.
«No creo que debamos preocuparnos por su extensión. Otra cosa distinta es que haya que reflexionar sobre ella», concluyó el ministro español.
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