Pese a las lluvias torrenciales caídas entre finales de abril y junio, Turquía sigue padeciendo una grave sequía que amenaza el suministro de agua a grandes urbes como Estambul, especialmente con la llegada del verano, las altas temperaturas y el aumento de turistas. Según informaron medios turcos, 3 de los principales embalses que suministran agua a esta ciudad de 16 millones de habitantes están prácticamente secos. El embalse de Istancalar es el que se encuentra en mejor situación, con un 33,28% de su capacidad; sin embargo, el de Pabuçdere sólo está al 3,91%, mientras que el de Kazandere sólo tiene un 5,14% del agua que podría embalsar, y su superficie aparece ahora cubierta de hierba en la que pastan los animales.
El profesor Lokman Hakan Tecer, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Namık Kemal, destaca que la situación de los embalses que proveen de agua a Estambul está causada por la sequía provocada por el calentamiento del planeta y el cambio climático, que ha alterado totalmente los patrones de las estaciones. “Tenemos que convivir con el cambio climático y adaptarnos a nuestra nueva realidad. 2 de los 10 pantanos que proveen de agua a Estambul, Kazandere y Pabuçdere, tienen las reservas más bajas de agua de los últimos 10 años”, explicó.
¿Te ha gustado?
Como gran aficionado a la historia que es, a Pablo le cautivó Turquía desde el primer día que la visitó en 2006: allí se casó, allí tiene una casa, y desde entonces se ha convertido en todo un experto en la actualidad de Turquía. Con una larga experiencia en medios de comunicación, está al frente de Hispanatolia desde 2011.