La aviación siria bombardeó el lunes la ciudad fronteriza de Ras al-Ain, a escasos metros de la localidad turca de Ceylanpınar, donde impactaron también varios proyectiles de artillería sirios.
El ejército turco envió el lunes varios cazas de combate F-16 a la frontera con Siria después de que fuerzas de Bashar al-Assad bombardearan desde el aire posiciones de los rebeldes en la estratégica ciudad de Ras al-Ain, situada a escasos metros de la frontera con Turquía, y de que varios proyectiles sirios cayeran en su territorio.
Según informó la prensa turca, los F-16 despegaron de la principal base aérea militar en el sureste de Turquía, ubicada en la ciudad de Diyarbakir, y fueron enviados a patrullar la frontera con Siria tras los bombardeos de la aviación siria sobre Ras al-Ain, que se encuentra a escasos metros de la frontera con Turquía y de la ciudad de Ceylanpınar, donde sus habitantes viven atemorizados desde el pasado noviembre por los durísimos bombardeos que ven a sólo unos cientos de metros, y que han provocado en otras ocasiones roturas de cristales y varios heridos.
Varios proyectiles de artillería lanzados por el ejército sirio habrían caído también Ceylanpınar, desde la que pudo sentirse toda la fuerza de los bombardeos sirios, desatando el pánico entre sus habitantes. Al menos una docena de sirios heridos en los ataques cruzaron la frontera y huyeron hasta Ceylanpınar, donde fueron trasladados en ambulancias a hospitales de la zona.
Advertencias a Siria
Por otro lado la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton lanzó un «rotundo aviso» el lunes al régimen sirio contra el potencial uso de armas químicas, después de que el periódico New York Times publicase ese mismo día que EE.UU. y varios países europeos habían enviado advertencias a Damasco tras detectar vía satélite movimientos de armas químicas por parte de las fuerzas de Bashar al-Assad durante los últimos días.
«La actividad que estamos viendo sugiere algún tipo de preparativos con armas químicas», dijo un responsable de la Casa Blanca al diario, añadiendo que las sospechas habían desatado todas las alarmas entre los aliados occidentales. «Esta es una línea roja para los Estados Unidos», dijo por su parte el lunes Clinton en referencia al uso de armas químicas, que Damasco reconoció poseer el verano pasado aunque aseguró que no las usaría contra las fuerzas opositoras que combaten el régimen.
Esta información se conoce a sólo un día de la importante reunión de la OTAN que tendrá lugar el martes, y en la que la tensa situación en Siria y el despliegue de los misiles Patriot solicitado en Turquía ante un potencial ataque balístico sirio serán sin duda los principales temas a tratar.
El presidente ruso Vladimir Putin, cuyo país es uno de los principales aliados de Assad y ha criticado el despliegue de los Patriot, tenía previsto llegar el lunes en viaje oficial a Turquía aunque se espera que su visita se centro en temas económicos bilaterales dejando a un lado las diferencias entre Ankara y Moscú respecto a Siria.
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