Toda una guerra en el ciberespacio: eso es lo que parece haberse desatado en Internet tras la detención de Julian Assange, a lo que varios grupos de hackers han respondido con ciberataques.
Toda una guerra en el ciberespacio: eso es lo que parece haberse desatado en Internet tras la detención de Julian Assange, a lo que varios grupos de hackers han respondido con ataques informáticos contra las compañías que están boicoteando al portal WikiLeaks.
Las webs de los gigantes de las tarjetas de crédito Mastercard y Visa fueron ayer víctimas de ataques informáticos que inhabilitan temporalmente los servidores al sobrecargarlos con peticiones e impedir el acceso de los usuarios. Otros ataques fueron planeados contra el servicio de pago online Paypal y otros considerados enemigos de WikiLeaks, que ha enfurecido a las autoridades estadounidenses por sacar a la luz un cuarto de millón de documentos diplomáticos confidenciales que han puesto en jaque a la diplomacia estadounidense a nivel mundial.
El diario sueco Aftonbladet informó que la página del gobierno también permaneción inactiva por culpa de uno de estos ataques, después de que Suecia emitiera una orden de arresto contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, por presuntos delitos sexuales. Desde entonces Assange, un australiano de 39 años, se encuentra preso en Londres esperando una posible de extradición al país nórdico, en lo que muchos creen es sólo una argucia legal para llevar a Assange finalmente a Estados Unidos, donde muchos políticos han pedido ya su cabeza. De hecho además de la detención de Assange las cuentas de apoyo a WikiLeaks han sido canceladas, e incluso su dirección de internet ha sido eliminada.
Sin embargo el número de seguidores de WikiLeaks que planean ataques en represalia a la detención de Assange considerándolo un defensor de la libertad de expresión aumenta exponencialmente; uno de los grupos más activos es una comunidad online llamada Anonymous, que parece estar usando la red social Twitter para coordinar ataques a webs que pertenecen a entidades que según ellos están intentando silenciar a WikiLeaks.
«Anonymous ha atacado principalmente compañías que han decidido por alguna razón no tratar con WikiLeaks. Algunos de los principales objetivos incluyen a Amazon, MasterCard, Visa y PayPal», dijo uno de sus portavoces, un joven ingeniero informático que responde al apodo de «Coldblood» (Sangrefría). «Creo que esto se convertirá en una guerra, pero no su guerra convencional. Queremos que Internet siga siendo libre y abierta para todos, como siempre ha sido», agregó.
La campaña a favor de WikiLeaks se reforzó el jueves con el respaldo de Lula y de Vladimir Putin, quienes defendieron públicamente a su creador, Julian Assange, frente a la campaña de persecución de que está siendo objeto. El presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva fue el primer jefe de Estado en defender públicamente a Assange desde que fuera detenido el martes en Londres, y dijo de él que «desnuda una diplomacia que parecía inalcanzable, la más correcta del mundo… Y lo detienen y no veo ni una protesta por la libertad de expresión».
Poco después era el primer ministro ruso, Vladimir Putin, quien criticaba la detención del creador de WikiLeaks diciendo: «¿Por qué han encarcelado a Assange? ¿Es esto la democracia?», dijo Putin preguntado por los documentos filtrados en los que EE.UU. duda de la existencia de una verdadera democracia en Rusia.
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