Los dos terroristas del Daesh detenidos el miércoles planeaban inmolarse en el céntrico barrio de Kızılay de la capital turca durante las celebraciones del Año Nuevo.
La policía turca detuvo el miércoles a dos presuntos militantes del autoproclamado Estado Islámico (Daesh, por su acrónimo en árabe) junto con sendos cinturones explosivos con los que al parecer planeaban perpetrar atentados suicidas en Ankara durante las celebraciones del Año Nuevo.
Según informaron medios turcos citando fuentes de la fiscalía del Estado, ambos sospechosos fueron detenidos en el transcurso de una operación anti-terrorista llevada a cabo en torno a las 9:30 de la mañana del miércoles (8:30 CET) en el barrio de Yakup Abdal, situado al sureste de Ankara y a las afueras de la ciudad.
De acuerdo a un comunicado difundido el mismo día por la oficina del gobernador de Ankara, ambos terroristas fueron identificados por las siglas M.C. y A.Y., y llevaban días estudiando dónde llevar a cabo los atentados, aunque todo apuntaba a que planeaban cometer sendos atentados suicidas en el céntrico barrio de Kızılay durante los festejos por la llegada del nuevo año.
“Junto con los miembros de la organización terrorista (Daesh), un cinturón explosivo listo para ser usado, una mochila que contenía metralla y material empleado para la fabricación de bombas han sido incautados. La investigación sobre el incidente continúa”, añadía el comunicado oficial.
Según datos proporcionados por el fiscal jefe de Ankara, los dos terroristas se habían fijado en una zona comercial y otra con restaurantes en pleno centro de la capital y habían añadido bolas de acero a los explosivos, todo ello con el objetivo de multiplicar los daños y el número de víctimas. Algunos medios locales publicaron informaciones según las cuales los dos detenidos eran de nacionalidad turca y habían estado previamente en Siria; ambos se encuentran actualmente en dependencias policiales siendo interrogados.
Ankara ya fue escenario el pasado 10 de octubre de un doble atentado suicida atribuido a terroristas del Daesh que dejó según cifras oficiales 103 muertos además de cientos de heridos. El ataque, perpetrado durante una marcha por la paz convocada por organizaciones y partidos kurdos y de izquierdas, y a menos de un mes de las elecciones generales, constituye hasta la fecha el peor atentado terrorista en la historia moderna de Turquía.
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