Miles de personas despiden a los soldados asesinados

Miles de personas despidieron este martes a los siete soldados fallecidos el lunes en una emboscada del PKK en la provincia de Tokat, en la Anatolia Central.

Miles de personas despidieron este martes a los siete soldados fallecidos el lunes en una emboscada del PKK en la provincia de Tokat, en la Anatolia Central, una escena que se repitió en numerosos actos de homenaje y protesta a lo largo y ancho de toda Turquía.
 
Numerosos oficiales, soldados y ciudadanos asistieron a la ceremonia fúnebre que se celebró en los cuarteles centrales de la Gendarmería Turca en Tokat. Algunos con lágrimas en los ojos, otros rezando por las víctimas, muchos de los asistentes coreaban eslóganes en los que decían que los soldados fallecidos no habían muerto en vano o que los terroristas jamás conseguirían sus objetivos. Tras la ceremonia fúnebre, los féretros fueron trasladados en aviones militares a sus localidades de origen para recibir sepultura.
Pero las muestras de dolor y de rabia por la muerte de los siete soldados a manos del PKK no se limitó a la provincia de Tokat, sino que como en anteriores ocasiones hubo protestas en diferentes puntos de toda Turquía, con miles de ciudadanos marchando por las calles de numerosas ciudades  ondeando banderas turcas y cantando eslóganes en contra del terrorismo. Las banderas turcas volvieron a adornar masivamente comercios, coches, edificios y viviendas a lo largo y ancho de todo el país.
 
Unos 500 estudiantes de la Universidad de Trakya, en la provincia europea de Edirne, se congregaron para protestar contra el atentado del PKK. En Estambul, un grupo de estudiantes de instituto se congregaron frente a la casa de uno de los soldados asesinados, Cengiz Sarıbaş, para protestar contra el ataque. «Esta guerra debe terminar, o muchos Cengizes morirán», declaró el padre del soldado asesinado en el atentado del lunes.
También en Estambul se celebraba este martes el funeral por Serap Eser, una joven de 17 años que falleció por las graves quemaduras sufridas hace un mes cuando varios seguidores del PKK atacaron con cócteles molotov el autobús en el que viajaba.