Hace unas semanas se levantó una controversia cuando el gobierno turco anunció que la cruz no podría estar colocada a tiempo en la iglesia armenia de Akdamar para la ceremonia religiosa.
Tras la controversia levantada hace unas semanas cuando el gobierno turco anunció que la cruz no podría estar colocada a tiempo en la iglesia armenia de Akdamar para la ceremonia religiosa que tuvo lugar el pasado 19 de septiembre, la polémica cruz fue colocada finalmente durante el fin de semana.
Varios operarios colocaban el sábado con ayuda de una grúa una cruz de hierro forjado en lo alto de la cúpula de la iglesia armenia de la Santa Cruz (Surp Haç Kilisesi), situada en la isla de Akdamar, en el lago Van. Aunque desde hace casi un siglo la iglesia funciona como museo y por tanto no puede albergar ceremonias religiosas, el gobierno turco autorizó el pasado 19 de septiembre la celebración de una misa como gesto de reconciliación hacia Armenia, con quien aspira a normalizar sus relaciones.
Miles de personas acudieron ese día a la ceremonia, que fue oficiada por sacerdotes del Patriarcado Armenio de Estambul. Aunque la comunidad armenia residente en Turquía alabó y agradeció el gesto de Ankara, la Iglesia Ortodoxa de Armenia y la diáspora decidieron a última hora boicotear el acto acusando a Turquía de haber desairado a los armenios al no colocar a tiempo una cruz de más de 100 kilogramos de peso que debía ser situada en lo alto de la iglesia de Akdamar.
Las autoridades turcas, que habían encargado un estudio histórico previo para determinar si la iglesia originalmente albergaba una cruz en lo alto de su cúpula, alegaron que problemas burocráticos y prácticos impedían colocar para la fecha del 19 de septiembre la cruz en la cúpula de la iglesia de Surp Haç, pero prometió que antes de un mes estaría colocada en el monumento, que tiene más de mil años de antigüedad y fue restaurado recientemente.
El Patriarcado Armenio de Estambul se dió por satisfecho con la promesa y colocó la cruz a la entrada diciendo que no era indispensable para la ceremonia, pero los representantes de la Diáspora Armenia boicotearon el acto, al que asistieron numerosos armenios de dentro y fuera de Turquía, así como cristianos ortodoxos de países vecinos como Georgia y representantes diplomáticos de varios países europeos.
Finalmente y tras completarse los procedimientos legales, los operarios colocaban el sábado la cruz de hierro forjado de dos metros de alto y 110 kilogramos de peso en lo alto de la cúpula de Surp Haç. Previamente, la polémica cruz había sido bendecida por sacerdotes del Patriarcado Armenio de Estambul, en representación de los 70.000 miembros de la comunidad armenia que reside actualmente en Turquía.
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