Estambul intenta recuperarse del desastre sufrido estos días a causa de las inundaciones en los distritos periféricos de la ciudad, mientras las excavadoras han comenzado a remover los restos.
Estambul intenta recuperarse del desastre sufrido estos días a causa de las inundaciones en los distritos periféricos de la ciudad, al tiempo que las excavadoras han comenzado a remover los restos allí donde el agua, el fango y los restos arrastrados por las inundaciones lo han cubierto todo.
Las autoridades ya han advertido que ha medida que se vaya recuperando la normalidad y limpiándose las zonas afectadas es posible que descubran más cuerpos. Y lo peor de todo es que la amenaza de inundaciones en la ciudad persiste, ya que los servicios meteorológicos advierten que las precipitaciones -que bajaron de intensidad a partir del miércoles por la noche- podrían volver a ser fuertes hoy viernes y mañana sábado.
Mientras tanto, los equipos de rescate encontraban ayer jueves el cadaver de otra víctima de las inundaciones, elevando así a 32 el número oficial de fallecidos en las que ya se conocen como las peores inundaciones sufridas por Turquía desde 1929. Se trata del hombre cuya esposa y tres hijas murieron a principios de esta semana en la vecina provincia de Tekirdağ al ser arrastrados por las aguas, que inundaron la granja donde vivían.
Además los equipos de rescate siguen buscando a ocho personas dadas por desaparecidas. El primer ministro Erdoğan, que visitó ayer el distrito industrial de İkitelli (a las afueras de Estambul), una de las zonas más afectadas, no dudó en calificar lo sucedido como «el desastre del siglo».
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