Irak arrestó ayer jueves a unos 40 policías acusados de planear un golpe de Estado contra el gobierno chiíta del primer ministro, Nuri al Maliki, con el objetivo de devolver al poder al partido del ex dictador Saddam Hussein. \»Treinta policías de tráfico y siete policías responsables de la seguridad del ministerio del Interior fueron detenidos por una intentona golpista\», dijo un responsable de la seguridad iraquí, que desmintió que entre los arrestados estuviera el general Ahmad Abul Raghif, viceministro del Interior encargado de los servicios secretos. \»Está en su oficina y nunca fue arrestado; al contrario, fue su servicio el responsable de arrestar a los sospechosos\».
Otro oficial de seguridad anunció poco antes el arresto de 50 funcionarios del ministerio del Interior, incluidos altos responsables, por la intentona golpista contra el gobierno de Al Maliki. \»Los funcionarios están vinculados al partido Al Awda (\»el Regreso\»), un movimiento clandestino que intenta hacer volver al poder al partido Baas\».
Al Awda surgió en junio de 2003 tras el derrocamiento de Saddam Hussein y reagrupa a ex miembros de la Guardia Republicana, el cuerpo de élite del difunto dictador, así como miembros de su partido Baas y elementos de los servicios secretos.
Según un alto responsable del ministerio del Interior citado por el diario estadounidense New York Times, los detenidos relacionados con Al-Awda habían pagado sobornos a agentes para reclutarlos, por lo que los servicios de seguridad encontraron importantes sumas de dinero durante los arrestos.
Al Maliki -que fue perseguido por el régimen sunita de Saddam Hussein- ha sido acusado de arrestar a sus enemigos políticos para consolidar su poder ante las elecciones provinciales de enero. De 58 años, Maliki se convirtió en mayo de 2006 en jefe del primer gobierno iraquí permanente tras la invasión del país. Maliki fue además el responsable del comité que alejó de las instituciones gubernamentales a los hombres del partido Baas y a los partidarios de Saddam Hussein, ejecutado en diciembre de 2006 tras haber sido declarado culpable de una matanza en un pueblo chiita durante su régimen.
Cinco años después de la invasión, cientos de miembros del partido Baas han vuelto a la vida pública en Irak tras aprobarse a principios de este año una ley que permite a los antiguos miembros del partido volver a ocupar puestos gubernamentales en la actual administración iraquí.
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