Más de 4.500 miembros del PKK han muerto desde el fin de la tregua

El gobernador de Diyarbakır ha confirmado que los tres fallecidos en el atentado con coche bomba perpetrado el martes en la ciudad contra un autobús policial son tres militantes del propio PKK.

Un total de 4.571 militantes armados del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), una organización armada incluida en la lista de grupos terroristas de la Unión Europea y Estados Unidos, han muerto en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad turcas desde el pasado 22 de julio de 2015, cuando el PKK dio por rota la tregua declarada dos años antes tras asesinar a dos policías en la vivienda donde dormían en la provincia de Şanlıurfa, al sureste del país.

El dato fue dado a conocer el miércoles en un comunicado público por las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) de Turquía, en el que se indica que un total de 6.623 miembros de la organización terrorista han sido “neutralizados”; el término, según se especifica, incluye además de los 4.571 militantes muertos –tanto en combates en territorio turco como en bombardeos del ejército turco contra las bases del PKK en las montañas del norte de Irak fronterizas con Turquía- otros 695 que han sido capturados heridos, 716 más que fueron apresados ilesos, y otros 641 que se rindieron por propia iniciativa a las fuerzas de seguridad turcas.

Por otro lado la oficina del gobernador de Diyarbakır confirmaba esta semana en un comunicado que los tres fallecidos en el atentado con coche bomba perpetrado el martes por la tarde en el distrito de Bağlar de Diyarbakır –la ciudad más importante del sureste de Turquía- eran tres militantes del propio grupo armado, que viajaban junto con otros cuatro sospechosos en el autobús policial contra el que fue dirigida la explosión, en la que 45 personas –la gran mayoría civiles- resultaron heridas.

De acuerdo a las informaciones obtenidas tras el examen de las cámaras de seguridad y vigilancia próximas al lugar en que se produjo el atentado, tres personas que detonaron el coche bomba por control remoto al paso del autobús, donde viajaban escoltados siete presuntos miembros del PKK, escaparon poco después de que se produjera la explosión. Actualmente las fuerzas de seguridad turcas están tratando de localizar y capturar a estas tres personas vinculadas con el ataque, mientras han incrementado las medidas de seguridad en toda la provincia en previsión de más atentados.

La investigación ha revelado además que en la preparación del coche bomba se emplearon 200 kilos de explosivos compuestos principalmente por nitrato de amonio. El PKK, de cuya autoría se sospechó desde el principio, reivindicó el atentado en un comunicado difundido el miércoles a través de medios afines al grupo.

Desde que el PKK decidiera romper unilateralmente en julio de 2015 la tregua anunciada en 2013 por su líder Abdullah Öcalan, que cumple cadena perpetua desde 1999 en la isla prisión de İmralı, se estima que al menos la mitad de los militantes armados que el grupo tiene en Turquía, así como unos 430 miembros de las fuerzas de seguridad turcas y decenas de civiles, han muerto en atentados u operaciones antiterroristas en varios distritos de las provincias del sureste de Turquía, donde el PKK es especialmente activo.