Miles de alevíes se manifiestan en Estambul en defensa de sus derechos

Cerca de 10.000 personas se congregaron en Kadıköy exigiendo el reconocimiento de la que pasa por ser la mayor minoría religiosa de Turquía, pero que sigue sin tener un reconocimiento oficial del Estado.

Miles de personas seguidoras de la fe aleví se congregaron el domingo en el distrito asiático de Kadıköy de Estambul para exigir el reconocimiento de sus derechos y el fin de la discriminación contra esta minoría religiosa, la más importante de Turquía con unos 12 millones de fieles.

Con eslóganes como «No nos convertiremos en los alevíes del Estado» o «Nunca nos arrodillaremos ante la injusticia», alrededor de 10.000 personas convocadas por medio centenar de asociaciones alevíes y partidos políticos se reunieron en este distrito ubicado en la orilla asiática de Estambul para reivindicar sus demandas, en una protesta en la que pudieron oírse también eslóganes en referencia a las manifestaciones por el Gezi Park de este verano pasado.

Críticas a las «políticas de asimilación» hacia la fe aleví por parte de la mayoría sunní, igualdad de derechos respecto a otras religiones, la supresión de las clases obligatorias de religión, el reconocimiento oficial de sus lugares de culto (las llamadas «cemevis») o el fin de la impunidad para los crímenes no investigados contra alevíes, fueron algunas de las muchas demandas que pudieron escucharse el domingo en la concentración, que también contó con actuaciones musicales tradicionales.

«Queremos que nuestras creencias tengan un estatus legal para que la comunidad aleví pueda llevar a cabo sus rituales libremente», publicaba en un comunicado en su página web la Asociación Pir Sultan Abdal, una de las organizaciones convocantes de la protesta, en el que hacía también referencia a un polémico y reciente plan para construir en Ankara una mezquita y una cemevi juntas en el mismo edificio. «Este proyecto no tendrá más resultado que la asimilación y el conflicto entre personas de diferentes creencias», afirmó la asociación, muy crítica con un plan que ha despertado sentimientos encontrados entre la comunidad aleví.

Otra de las demandas habituales del alevismo que pudieron escucharse fue la supresión de la Dirección de Asuntos Religiosos, una institución controlada por el Estado encargada de dirigir los asuntos religiosos relativos a la comunidad musulmana, y que los alevíes critican porque «en un país laico exista una institución que sólo sirve a los musulmanes sunníes (de la escuela de los) hanafíes», en referencia a la escuela religiosa hanafí, mayoritaria entre los musulmanes turcos y considerada como la interpretación más tolerante del Islam.

De nuevo volvieron a oírse también críticas y peticiones para cambiar el nombre elegido para el tercer puente que se construirá sobre el Estrecho del Bósforo en Estambul, Yavuz Sultan Selim, que lleva por nombre el de un sultán otomano (Selim I) del siglo XVI conocido por haber perseguido y masacrado a decenas de miles de alevíes.

Los alevíes siguen una corriente minoritaria del Islam vinculada al chiísmo en la que se sirven de danzas y cánticos para la oración y la mujer juega un papel en los rituales similar al del hombre. Presentes también en otros países como Irán, Irak o Turkmenistán, es sin embargo en Turquía donde se concentran la mayoría de sus fieles, que sin embargo a menudo son vistos por muchos sunníes -la rama mayoritaria del Islam, también en Turquía- pero también por otros chiíes como excéntricos e incluso herejes: una visión que se remonta a tiempos del Imperio Otomano, cuando los alevíes eran vistos como una “quinta columna” en Turquía de los persas safávidas por sus lazos comunes con la rama chií del Islam.

Pese a las promesas hechas durante años por el gobierno del primer ministro Erdoğan, el reconocimiento de sus derechos y de su estatus legal como religión no acaba de llegar y las reformas presentadas el pasado 30 de septiembre supusieron un nuevo varapalo para esta comunidad, al incluir únicamente el cambio del nombre de la Universidad de Nevşehir por el de Hacı Bektaşı Veli, en honor a un místico aleví de la Edad Media.

No existen cifras fiables sobre el número de creyentes en Turquía, y aunque suele hablarse de entre 10 y 15 millones de fieles, otros estudios elevan hasta 20 millones el número de seguidores de esta corriente religiosa en el país euroasiático.