El próximo lunes está previsto que llegue a Washington el ministro de exteriores turco, Ahmet Davutoğlu, en medio de la controversia entre ambos países sobre el nuevo sistema de defensa antimisiles de Turquía.
La Secretaria de Estado estadounidense para asuntos de Europa y Arasia, Victoria Nuland, calificó el miércoles la alianza entre Washington y Ankara como «absolutamente vital» para ambos países y para la región, pese a la existencia de diferencias de opinión en varios asuntos.
«La alianza entre Estados Unidos y Turquía es absolutamente vital, no sólo para ambos y para nuestra seguridad, sino ahora como un motor para la turbulenta región (de Oriente Medio)», explicó Nuland durante un Think Tank organizado en la capital estadounidense en unas declaraciones recogidas por la agencia de noticias Anatolia.
«No vamos a tener siempre perfectamente el mismo parecer respecto a las tácticas, pero siempre estamos de acuerdo en la estrategia global. Así que es una cuestión de mantener ese diálogo abierto sobre lo que debe hacerse», añadió Nuland, quien mostró además el firme apoyo de la Casa Blanca a los progresos democráticos en el país euroasiático.
«Obviamente estamos con aquellos turcos que quieren mayor apertura, mayor libertad de prensa, que quieren un gobierno responsable. Nunca nos retractaremos de decir eso. Y creo que lo bonito de nuestra alianza es que podemos ser honestos cuando no estamos de acuerdo», subrayó la secretaria de Estado norteamericana.
Las declaraciones de Nuland se producen a pocos días de la llegada a Estados Unidos del ministro de exteriores turco Ahmet Davutoğlu en visita oficial, que tiene previsto aterrizar en Washington el próximo lunes 18 de noviembre. Estados Unidos y sus aliados ha expresado desde septiembre su oposición a que Turquía encargue a una empresa china -que ha recibido además sanciones de Washington por ventas de armamento a Irán y Corea del Norte- el desarrollo del nuevo sistema nacional de defensa antimisiles turco.
Muchos Estados miembros de la OTAN, de la que Turquía forma también parte, ven con reticencia además la perspectiva de compartir tecnología y códigos militares con Pekín, a quien se percibe como un futuro potencial rival. Presionado por la Casa Blanca, el gobierno turco ha comenzado a barajar en las últimas semanas la opción de estudiar otras ofertas -como la de los Patriot del consorcio estadounidense Raytheon & Lockheed Martin- recalcando que su decisión final aún no está tomada.
Precisamente el jueves fuentes militares turcas indicaban a la prensa del país que Ankara tomaría en un plazo de seis meses una decisión definitiva sobre si llevan a cabo la coproducción de su sistema de misiles con la firma de defensa china CPMIEC.
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