Apenas 24 horas después de que tres maestras de escuela fueran secuestradas al sureste del país, los terroristas raptaron el miércoles a otros seis profesores en la provincia oriental de Iğdır.
El grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) secuestró el lunes a cuatro personas en la provincia turca de Siirt, en el sureste del país, incluyendo entre ellas a tres profesoras de escuela.
Según informó un comunicado emitido el martes por la oficina del gobernador de Siirt, varios miembros armados del PKK bloquearon una carretera local en torno a las 16:45 (hora local) del lunes en el distrito de Pervari. Según una práctica habitualmente utilizada para intimidar a los residentes de la zona, los terroristas fueron deteniendo a todos los vehículos que pasaban por la zona exigiendo la identificación personal a sus ocupantes y ofreciéndoles propaganda sobre las actividades del PKK.
Uno de los vehículos detenidos eran coche en el que viajaban tres maestras de escuela que trabajaban en un colegio de primaria de la zona. Según informaron las autoridades turcas, los militantes del PKK dejaron libres al resto de viajeros pero se llevaron a la fuerza a todos los ocupantes de ese coche, incluyendo además de a las tres profesoras a su conductor.
El PKK, una organización armada de ideología marxista que opera principalmente en el sureste del país y que en 1984 decidió recurrir a las armas para conseguir sus fines políticos, ha centrado en las últimas semanas sus ataques contra el sistema educativo de Turquía, incluyendo tanto edificios como trabajadores. Desde septiembre al menos una docena de colegios e institutos en la región han sido objeto de ataques con artefactos incendiarios y artefactos explosivos de baja potencia por parte de grupos de encapuchados que aseguraban actuar en nombre del PKK.
Esos ataques, en los que resultaron heridos media docena de personas entre profesores y alumnos, responderían a una nueva estrategia del PKK, que trataría así de intimidar a los habitantes de la región para evitar que mandasen a sus hijos al colegio. En un reciente comunicado emitido por la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK), una organización afín al PKK y considerada por las autoridades turcas como una ramificación urbana del grupo terrorista, éste pedía a los padres de la región sureste de Turquía -de mayoría kurda y donde el PKK aspira a crear un estado propio- que no enviasen a sus hijos a clase y pedía que se uniesen a la lucha contra el gobierno turco.
El PKK ve el sistema educativo turco como una amenaza, y se ha mostrado en contra incluso de recientes iniciativas del gobierno como la posibilidad de que los alumnos que lo deseen puedan asistir a clases optativas de lengua kurda, una medida introducida por primera vez en este curso lectivo.
Los ataques contra centros educativos y el considerable aumento de los secuestros por parte del PKK han tenido una dura respuesta tanto de organizaciones políticas y sociales de la región como por parte de asociaciones de padres y profesores, que los consideran un intento de chantaje y un ataque contra las libertades fundamentales.
El PKK ha secuestrado a varios profesores en los últimos meses. El miércoles al mediodía el grupo armado secuestraba nuevamente a otros seis maestros de primaria de una escuela rural en la provincia de Iğdır, ubicada al este del país y fronteriza con Armenia. Sin embargo y por fortuna en esta ocasión los terroristas decidieron ponerlos en libertad tan sólo una hora después, tras haberlos amenazado con llevárselos a las montañas. La acción, que tuvo un claro propósito intimidatorio, se saldó sin heridos y según informaron los propios secuestrados a la prensa todos ellos se encuentran en buen estado de salud.
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