El polémico pastor evangelista pretendía quemar en un parque local 2.998 ejemplares del Corán, al que considera un libro satánico: uno por cada una de las víctimas de los atentados.
Agentes de policía estadounidenses detenían el miércoles al polémico pastor evangelista Terry Jones cuando intentaba llevar a cabo en un parque local la quema de casi 3.000 ejemplares del Corán –el libro sagrado para los musulmanes- supuestamente en memoria de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York.
Varios ayudantes del sheriff del condado de Polk, al sur de Florida, arrestaron al reverendo de 61 años y a su principal ayudante, Marvin Sapp Jr. de 44 años, acusados de posesión ilegal de combustible y de armas, cuando ambos conducían una camioneta en la que llevaban una especie de gran barbacoa en la que pretendían quemar exactamente 2.998 ejemplares del Corán, uno por cada una de las víctimas de los atentados del 11-S.
Jones había intentado en un primer momento llevar a cabo la quema durante los actos de homenaje por el 11-S celebrados en la pequeña localidad de Mulberry, de unos 3.000 habitantes, donde el alcalde y numerosas autoridades y ciudadanos subrayaron la necesidad de mostrar tolerancia hacia todas las creencias religiosas. Cerca de un centenar de personas se habían congregado horas antes en la zona para un rezo interreligioso con el objetivo de mostrar su rechazo a las intenciones de Jones. Tanto el pastor evangelista como su ayudante pasaron la noche en el calabozo del sheriff local tras ser arrestados.
Como cabecilla de una pequeña iglesia cristiana evangélica, Terry Jones ganó popularidad mundial durante el aniversario del 11 de septiembre en 2010 cuando anunció la quema de un ejemplar del Corán, al que su congregación calificó como libro satánico. Tras renunciar presionado por las autoridades, finalmente llevó a cabo la destrucción del libro sagrado del Islam en marzo de 2011.
El año pasado fue además uno de los principales promotores de la polémica pseudo-película “La inocencia de los musulmanes”, una grotesca parodia sobre el Islam de ridículo presupuesto que no llegó a estrenarse y que presentaba a un Mahoma sanguinario y fanático. Todos estos actos desataron una oleada de protestas en varios países musulmanes y pusieron en peligro a las tropas estadounidenses en países como Afganistán, donde tras la quema del Corán en 2011 cientos de manifestantes asaltaron un complejo de la ONU en Mazar-i-Sharif y mataron a siete trabajadores extranjeros.
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