3 muertos y más de 140 heridos por los atentados en Boston

Dos bombas hicieron explosión a última hora del lunes junto a la línea de meta durante la celebración del popular maratón de la ciudad, en el que participaban unos 30.000 corredores.

 

Al menos tres personas murieron y más de 140 resultaron heridas el lunes a causa de dos explosiones ocurridas durante la celebración del maratón de Boston (Massachusetts), en pleno centro de la ciudad.

El doble atentado se produjo junto a la línea de llegada, abarrotada con decenas de miles de personas que presenciaban justo en ese momento la llegada de los corredores, dejando a muchos heridos en estado muy grave y con amputaciones. Entre los tres fallecidos habría un niño de ocho años de edad.

Las autoridades estadounidenses están investigando aún lo ocurrido pero la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) ya lo ha calificado como un «posible acto terrorista». «Todavía no sabemos quién hizo esto ni por qué, y la gente no debería sacar conclusiones antes de tener todos los hechos», declaró Obama en una breve aparición ante la prensa desde la Casa Blanca, añadiendo que los responsables «sentirán todo el peso de la justicia».

Las explosiones se produjeron a las 14:50 hora local (20:50 hora peninsular española) y con una distancia entre ellas de menos de cien metros y apenas diez segundos de diferencia. En ese momento se habían cumplido las cuatro horas de la carrera, en la que participaban 30.000 corredores, y miles de ellos comenzaban a llegar a la meta, que estaba atestada de público que presenciaba la popular competición, considerada como una de las más prestigiosas del mundo entre su género.

La policía halló otros cinco objetos sospechosos y se llegó a pensar en un primer momento incluso que un incendio en la Biblioteca Presidencial de John F. Kennedy podría relacionado con los atentados, lo que fue posteriormente desmentido. La primera de las detonaciones se produjo junto a la línea de meta delante de una óptica en la esquina de las calles Boylston y Exeter, y diez segundos después estallaba el segundo artefacto en la esquina de la calle Fairfield, delante de un Starbucks y algo más lejos de la línea de llegada.

Las explosiones sorprendieron a muchos corredores a punto de atravesar la línea de meta o celebrando que habían concluido la carrera, lo que en un primer momento causó momentos de confusión. Las imágenes de video difundidas del atentado y recogidas por personas que en ese momento grababan la carrera sacaron a la luz escenas de pánico y caos tras las dos detonaciones, con corredores que se quedaron petrificados mientras se oían los gritos de los heridos, y con víctimas ensangrentadas o con heridas muy graves siendo posteriormente atendidas por los equipos de emergencia.

Según fuentes médicas hay al menos 144 personas heridas, que fueron trasladadas a ocho hospitales locales, incluyendo entre ellas a ocho niños. La mayoría de las víctimas sufrieron lesiones en la cabeza y las extremidades, con fracturas y amputaciones, y hay muchos heridos que están en estado crítico.

Tras las explosiones se estableció brevemente una zona de exclusión aérea en toda el área de Boston y se suspendieron los vuelos en el aeropuerto internacional de la ciudad, así como el sistema de telefonía móvil. Las autoridades elevaron así mismo los niveles de alerta en Nueva York y Washington DC, y se incrementó notablemente la presencia policial en las calles de Boston y otras ciudades.